Icono del sitio Oroinformación

Los analistas creen que es el momento de que los inversores recojan los beneficios del paladio

Recogida de beneficios

El paladio ha sido el metal precioso más valorado durante los dos últimos años, gracias a su enorme revalorización, que lo ha llevado a superar el precio del oro y batir récords en cuanto a su diferencia con el platino y en cuanto al precio alcanzado, superando incluso la barrera de los 1.600 dólares la onza. Sin embargo, esta subida tiene fecha de caducidad y, según algunos analistas, puede haber llegado ya el momento de que los inversores que confiaron en él comiencen a recoger sus beneficios.

El precio del paladio se ha disparado en los últimos dos años gracias a la escasez de suministro de un metal que tiene una enorme demanda por parte de la industria del automóvil, que lo utiliza para la fabricación de catalizadores para los vehículos con motor de gasolina.

Sin embargo, una serie de analistas sondeados por la agencia Bloomberg, consideran que el metal podría acabar el año a un precio un 16% inferior al actual, debido a que el mercado ya ha descontado la escasez de suministro y a la ralentización de las ventas de automóviles en algunos mercados clave.

El incremento del precio durante los dos últimos años se ha debido al enorme crecimiento de la demanda de paladio por parte de la industria del automóvil, para poder acometer las reformas necesarias para cumplir con unas normativas más estrictas relativas al control de las emisiones contaminantes, especialmente en China, uno de los principales mercados de automóviles.

Además, la escasez del suministro ha permitido crear un lucrativo negocio en el que los inversores prestan el metal que poseen a los ETF para que puedan atender a la demanda.

Como señala a Bloomberg Georgette Boele, analista de divisas y metales preciosos de ABN-Amro, “el paladio es el metal precioso más sobrevalorado. En primer lugar, la escasez de suministro está más que reflejada en su precio. Y en segundo lugar, los precios todavía no reflejan la desaceleración de las ventas globales en el sector del automóvil”.

El metal está disfrutando de un periodo de subida, impulsado por su octavo año consecutivo de déficit de suministro, a lo que ha contribuido el endurecimiento de la legislación sobre emisiones contaminantes en el mundo. Ello ha provocado que, por ejemplo, en 2018 cayeran los stocks acumulados alrededor de un 40%, según las cifras de la consultora Metals Focus.

Sin embargo, algunas nubes se ciernen sobre su futuro: existen signos de debilidad en el mercado del automóvil en China, el mayor del mundo: las ventas de turismos cayeron en febrero un 17% con respecto al mes anterior.

El encarecimiento del paladio ha llevado a algunas empresas a plantearse la posibilidad de reemplazar este metal por el platino, que actualmente vale casi la mitad y cuenta con propiedades similares. Pero, según los expertos, este proceso de sustitución es más complicado de lo que parece y todo apunta a que no podrá llevarse a cabo a corto plazo.

En cualquier caso, a finales de 2019 el paladio va a resultar algo más barato que ahora, que está rozando los 1.600 dólares la onza. La opinión mayoritaria de un grupo de nueve analistas consultados por Bloomberg es que la cifra caerá hasta los 1.350 dólares la onza a final de año, cediendo buena parte del 27% de ganancia registrado hasta ahora. Aun así, tres ellos creen que el metal podría seguir subiendo de precio hasta comienzos de 2020.

El rodio, también beneficiado

Esta necesidad de cumplir con la nueva normativa de emisiones también ha contribuido a aumentar el precio de otro de los metales del grupo, el rodio, que cuenta con menor liquidez que el paladio y no se negocia en un mercado, como otros metales preciosos.

El precio de este metal ha crecido un 33% en lo que llevamos de año y ha alcanzado los 3.280 dólares la onza, según la compañía especializada en metales del grupo del platino Johnson Matthey.

Desde el Bank of Nova Scotia creen que el rodio va a seguir registrando un déficit de suministro a largo plazo, debido a la combinación de una producción limitada y un incremento de la demanda.

En cuanto a las previsiones de los analistas consultados por Bloomberg, las opiniones están divididas: algunos creen que el precio caerá a finales de año, mientras que otros apuestan por que seguirá subiendo.

Salir de la versión móvil