Los bullion de plata son monedas acuñadas para el mercado de la inversión, muy apreciadas por inversores de ámbito popular y, en gran medida, sirven también como monedas para coleccionistas. A las emisiones actuales hay que sumar las antiguas de siglos pasados, monedas de plata emitidas por España, Austria o Estados Unidos.
La definición en los diccionarios del término anglosajón “bullion” es la literalmente de “barra o lingote de oro”, por lo que, a primera vista, el término “moneda de lingotes” parece ser contradictorio. Para nuestros propósitos, bullion se puede definir como una moneda de curso legal, no circulante, destinada a venderse para la inversión por su contenido en metales preciosos de alta pureza, en lugar de por su valor nominal o con una prima de coleccionista.
Desde los primeros días de la acuñación de monedas hasta bien entrado el siglo XX, la pieza estaba ligada al valor del metal en el que se acuñaba. En teoría, el valor nominal o valor facial de una moneda de plata o de oro era representativo de su peso.
Antes de la aparición del primer bullion conocido desde el siglo XX, el Krugerrand sudafricano, muy anterior a la aparición del Maple Leaf de Canadá y antes del American Eagle estadounidense, tal vez la moneda de oro más conocida del mundo era la onza de 8 escudos española y posteriormente la guinea británica.
Pero en cuanto a las acuñaciones en plata, fue el taler austriaco de la emperatriz María Teresa el que predominó sobre todo en el silgo XIX y principios del XX. Esta moneda fue ampliamente reconocida como el primer bullion de plata, ya que desde el momento de su desaparición en 1780, reacuñaron dicha moneda al menos 15 cecas o casas de moneda, la mayoría de ellas fuera de Austria, para reacondicionar un taler de plata de 42,5 milímetros de diámetro y fino de .8333 milésimas, siempre con fecha de emisión de 1780 y el mismo retrato de la la emperatriz austriaca.
La moneda taler fue aceptada internacionalmente, no solo en Europa, sino en áreas del mundo donde no existía una moneda local firme. En particular, en el norte y sudeste de África y los países de alrededor y en Arabia Saudita y el Golfo Pérsico. El taler de Maria Theresa se puede encontrar con marcas de corte y otras marcas de prueba bancarias, indicativas de que la moneda fue aceptada en el comercio internacional.
Si bien, no fue la única moneda que gozó de amplia aceptación, pues los reales de a 8 españoles recorrieron el mundo conocido durante los siglos XVII, XVIII y parte del XIX, sobre todo toda Asia, de ahí sus marcas o “chops” que caracterizaban su continuo uso comercial, sobre todo en China.
El dólar de plata de los Estados Unidos, acuñado entre 1873 y 1885, se considera un bullion contemporáneo. Es otro ejemplo de un bullion de plata utilizado en todo el mundo para el comercio. La moneda fue pensada para su uso en mercados asiáticos, pero principalmente en China.
Tan recientemente como a mediados de la década de 1960 en los Estados Unidos, el 90 por ciento de las monedas de plata se emitieron para la circulación. La producción de monedas de oro de los Estados Unidos para circulación se detuvo en 1933, aunque en realidad las monedas de oro no habían circulado ampliamente en los Estados Unidos durante años.
La legalización de la propiedad del oro en los Estados Unidos el 31 de diciembre de 1974 cambió el mercado, ya que desde 1933 a 1974, los estadounidenses solo podían poseer monedas de oro consideradas raras e inusuales. No podían poseer monedas de oro como el Krugerrand o conmemorativas modernas, como la moneda de 20 dólares del Centenario de la Confederación de Canadá de 1967.
El panorama de los bulluion de plata cambió cuando en 1986 comenzaron a aparecer en los mercados internacionales los famosos American Silver Eagle acuñados por la US Mint. Tan solo dos años después aparecería el Maple Leaf de la Royal Canadian Mint y detrás todas una serie de monedas bullion de plata: Filarmónica de la Münze Österraich; Britannia de la Royal Mint, Panda de China, las australianas Canguro, Koala y Kookaburra de la Perth Mint, etc.
Hoy en día, la oferta de bullion acuñados en plata es muy amplia, variada y de gran calidad por la pureza de su fino, la mayoría de 999 milésimas. Monedas destinadas a la inversión y, también, a la colección ya que en algunos casos los motivos de sus reversos cambian con cada emisión, año tras año. Razón por el que suman a su valor como metal precioso, de 1 onza, el de los atractivos diseños que cambian cada año.
Además, en estos momentos, los bullion de plata se han convertido en una sugerente y atractiva opción de compra por lo sugestivo de su precio al alcance de cualquier bolsillo.