La demanda de oro por parte del sector oficial sigue gozando de buena salud durante 2021. En el pasado mes de agosto, hasta siete bancos centrales aumentaron sus reservas de oro, con un total de más de 30 toneladas, mientras que las ventas realizadas por cuatro entidades rozaron las 10 toneladas.
El sector oficial siguió comportándose como comprador neto durante el pasado mes de agosto, con un saldo neto positivo de 21,1 toneladas de oro. Una cifra, sin embargo, inferior en un 26% a la registrada en el mes de julio, que fue de 28,8 toneladas.
Según el último listado publicado en estos días por el Consejo Mundial del Oro, con datos procedentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), en agosto fueron siete los bancos centrales que aumentaron sus reservas de oro, por solo cuatro que las redujeron.
Sin grandes operaciones a lo largo del mes, la compra más importante fue la protagonizada por el Banco de la Reserva de la India, que adquirió 12,9 toneladas de oro. La entidad cuenta con un total de 724,1 toneladas del metal precioso, que representan el 6,6% de sus reservas estratégicas.
Por su parte, el Banco Central de la República de Uzbekistán aumentó sus reservas en 8,7 toneladas, para alcanzar un total de 375,1 toneladas, que representan el 61,7% del total de reservas del país.
La tercera operación del mes en cuanto a volumen fue la compra, por parte del Banco Nacional de Kazajistán, de 5,3 toneladas de oro. El banco kazajo acumulaba en agosto pasado 392,7 toneladas de oro, que representan el 62,2% de sus reservas estratégicas.
Otro de los habituales compradores mensuales de oro, el Banco Central de la República de Turquía, añadió en esta ocasión 2,8 toneladas de metal a sus reservas, que se elevan a 414,5 toneladas, equivalentes al 24,2% de sus reservas totales en divisas (en la imagen, algunos lingotes de las reservas de oro de Turquía).
Las tres operaciones de compra restantes fueron inferiores a una tonelada: Filipinas compró 0,7 toneladas, para un total de 156,8; Serbia adquirió 0,4 toneladas y cuenta con 36,8; e Iraq ha añadido 0,1 toneladas a sus reservas, que se elevan a 96,4 toneladas.
Ventas
Por el lado de las ventas, tan solo se registraron cuatro operaciones en agosto. La más importante fue la protagonizada por el Banco Nacional de la República de Kirguistán, que vendió 8,5 toneladas de oro, quedándose con apenas 7,6 toneladas.
Catar liquidó una tonelada y se queda con 56,7; los Emiratos Árabes Unidos vendieron 0,2 toneladas y mantienen 55,1; y la República Checa se desprendió de 0,1 toneladas para quedarse con 9,8.
Un caso curioso lo representa el banco central del Perú, que aparece en la lista con 34,7 toneladas de oro, después de haber permanecido ausente de la misma desde el cuadro publicado por el Consejo Mundial del Oro en abril pasado, con datos correspondientes a febrero.
Esta ausencia puede deberse a que, durante estos meses, en los que se han celebrado las elecciones presidenciales, la entidad no comunicó su volumen de reservas de oro al FMI, cuyos datos utiliza el Consejo Mundial del Oro para elaborar su informe mensual.
Según Krishan Gopaul, analista de esta organización, el ritmo de compras de oro por parte del sector oficial se ha ralentizado con respecto al del primer semestre del año, en el que se totalizaron más de 330 toneladas, casi un 40% por encima de la media del primer semestre de los últimos años (ver gráfico).
Desde el Consejo Mundial atribuyen esta desaceleración a la ausencia de grandes operaciones de compra como las que protagonizaron durante el primer semestre bancos centrales como los de Tailandia, Hungría o Brasil.
En cualquier caso, el sentimiento de los bancos centrales hacia el oro no se ha modificado, ya que siguen confiando en él como activo de reserva y elemento de diversificación. Sin embargo, la menor cuantía de las operaciones podría afectar al balance global a final de año.