Los bancos centrales, que componen el llamado sector oficial, constituyen un componente muy importante de la demanda de oro, en especial durante los últimos años, en que sus compras netas se dispararon hasta niveles que no se habían visto en casi medio siglo. Según el Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales van a continuar comprando oro, aunque en menor medida que en los últimos años.
Los bancos centrales de todo el mundo tienen ante sí ahora mismo el reto de hacer frente a la que probablemente va a ser la crisis económica más importante de la historia desde la Gran Depresión de 1930. Y en esta situación, el oro va a desempeñar un papel muy importante como parte de sus reservas estratégicas.
En una reciente entrevista concedida a Kitco News, el responsable de relaciones con los bancos centrales del Consejo Mundial del Oro, Shaokai Fan, analizó los resultados del tercer estudio anual sobre los bancos centrales y el oro que realiza este organismo internacional.
Según Fan, los bancos centrales van a seguir siendo compradores netos de oro (es decir, que van a comprar más oro del que van a vender).
Los últimos resultados de este estudio, que ha contado con la colaboración de 51 de los 150 bancos centrales mundiales, más que en las tres ediciones anteriores, revelan que alrededor del 20% de ellos esperan comprar oro a lo largo de este año. Una cifra que supera ampliamente el 8% que se registró en el anterior estudio.
En palabras del ejecutivo del Consejo Mundial del Oro, “nuestra opinión es que los bancos centrales van a seguir siendo compradores netos de oro, aunque probablemente no en las mismas cantidades totales que hemos visto durante los últimos años. El estudio apunta también a que vamos a ver a más bancos centrales acudiendo al mercado del oro”.
Shaokai Fan señaló también que la pandemia de Covid-19 está teniendo un importante impacto en el papel del oro como divisa de reserva. De hecho, el 79% de los bancos centrales a los que se preguntó por qué comprarían oro respondió aludiendo a la revalorización del metal precioso en tiempos de crisis.
La gran liquidez del oro y la ausencia de riesgo de impago son también factores muy importantes que han atraído la atención del sector oficial hacia el oro.
Sin embargo, para el Consejo Mundial del Oro, el mayor factor sorpresa en el estudio de este año ha sido la importancia de los tipos de interés negativos como principal razón para invertir en oro.
Según Fan, el 88% de los bancos centrales encuestados señalaron que los tipos de interés negativos habían sido un factor muy relevante para sus reservas de oro: “los bancos centrales cuentan con una enorme exposición a los bonos soberanos, que se van a ver afectados de una forma desproporcionada por los tipos de interés negativos que se prevén. Eso va a complicar la vida a los gestores de las reservas, que van a tener que encontrar el equilibrio entre seguridad, liquidez y rendimientos, aunque eso también va a hacer que el oro se vuelva más atractivo”.
Esta demanda continuada de oro por parte del sector oficial constituye un importante signo de estabilidad en el mercado: “la mayor parte del sistema financiero internacional continúa considerando al oro como un activo muy importante”, apunta el responsable del Consejo Mundial.
Aunque el dólar estadounidense sigue siendo la principal divisa de reserva, Fan subraya el cambio que se ha detectado en el estudio y que podría beneficiar al oro: “existe una preocupación cada vez mayor por la politización y el uso cada vez mayor del dólar como arma. Por tanto, habrá que ver cómo equilibran sus reservas los bancos centrales a la luz de esa realidad”.