La pandemia de Covid-19 no va a alterar los planes de los bancos centrales, para quienes el oro es un activo sumamente atractivo que forma parte de sus reservas y por el que van a seguir apostando en los próximos años.
Éstas son las principales conclusiones de la encuesta realizada conjuntamente por Central Banking e Invesco entre representantes de un total de 26 bancos centrales, en su mayor parte de Europa.
La pandemia de Covid-19, que ha alterado la economía mundial, no les ha hecho cambiar su opinión respecto al oro, aunque un 23% lo considera un activo si cabe más atractivo que antes.
Su papel como activo de reserva era importante antes de la pandemia y lo seguirá siendo después, a juicio de la mayoría de encuestados. Como señala la respuesta del representante de un banco central de Europa, “el oro se considera un activo refugio en tiempos de inestabilidad política y financiera. Las actuales condiciones del mercado no han influido en el papel estratégico que desempeña en las reservas. Si acaso, han reafirmado la validez de esta teoría”.
Respecto a los factores que determinan la cuantía de las reservas de los bancos centrales, los gestores encuestados se han decantado mayoritariamente por su papel como elemento de diversificación.
Concretamente, el 64% de los encuestados ha valorado este papel como factor determinante para establecer el volumen de reservas.
El segundo factor en importancia, destacado por el 40% de los encuestados como muy relevante, son los bajos tipos de interés actuales.
Otros factores también mencionados, en menor proporción, fueron la situación geopolítica mundial, la trayectoria histórica del oro y su contribución a mitigar el riesgo de la cartera de inversión.
Futuro
Respecto a su actuación futura, el 62% de los encuestados asegura que va a incrementar el volumen de reservas de oro en los próximos 12 meses.
Por el contrario, ninguno de los bancos encuestados ha manifestado su intención de reducir sus reservas en el plazo de un año, y solo un 15% dicen no estar seguros de lo que van a hacer.
Además, un 23% de los gestores de reservas de los bancos centrales afirma contar con un objetivo en cuanto al porcentaje de oro en sus reservas estratégicas. De ellos, el 36% revela que el porcentaje está entre el 5 y el 9%; el 27%, entre el 0 y el 4%; el 18%, entre el 10 y el 19%; y el 18%, entre el 20 y el 49%.
Agrupando los resultados, el grupo de quienes asignan al oro un porcentaje de entre el 10 y el 49% del total de reservas es de un 36%, igual que el grupo mayoritario.
En cuanto a la fórmula preferida para comprar oro, el 93% de los bancos elige acudir al mercado mundial para hacerse con metal precioso para sus reservas.
Localización de las reservas
Otro dato interesante revelado por esta encuesta se refiere al porcentaje de sus reservas que mantienen custodiado fuera de sus fronteras, cuestión que ha originado un intenso debate en algunos países durante los últimos años.
La mayor parte de los encuestados (41%) ha respondido que tiene entre el 75 y el 100% de sus reservas de oro en territorio extranjero. Un 24% señala que solo tiene menos del 5% fuera de sus fronteras, y un 18% tiene fuera entre el 50 y el 69%.
En una cuestión han sido unánimes los gestores encuestados: el 100% de ellos ha asegurado que no les ha influido el veredicto del tribunal británico sobre las reservas de oro del Banco Central de Venezuela depositadas en el Banco de Inglaterra, a la hora de decidir sobre dónde depositar su oro.