La decisión del Banco Central de la Federación Rusa de dejar de comprar oro para sus reservas en el mercado doméstico, anunciada la semana pasada por este organismo, podría volverse en contra de los intereses de los propios productores rusos de este metal precioso. La congelación de las exportaciones provocada por el cierre del transporte aéreo debido a la epidemia de coronavirus podría obligar a reconsiderar esta decisión.
El pasado 31 de marzo publicábamos la noticia de que el Banco Central de la Federación Rusa había decidido dejar de comprar oro de producción local desde este mes de abril, para liberar la producción de las mineras del país y permitirles que aumentaran su volumen de exportación, ante la escasez de metal en el mercado europeo.
Una noticia que, por cierto, ha sido malinterpretada por algunos medios de comunicación internacionales, que han llegado a asegurar que el banco central ruso había decidido dejar de comprar oro para sus reservas.
En cualquier caso, la decisión de este organismo podría ser de muy corta duración, debido a las restricciones en el tráfico aéreo obligadas por la epidemia de Covid-19. En efecto, como publica Reuters, los bancos rusos han pedido al Banco Central de la Federación Rusa que reanude la compra de oro de producción local para sus reservas, ya que las exportaciones de metal se han visto interrumpidas debido al coronavirus.
Rusia es actualmente el tercer mayor productor mundial de oro, por detrás de China y Australia. Su producción anual era prácticamente acaparada por el Banco Central, que desde hace una década mantiene una política de adquisición de oro para sus reservas, para reducir su dependencia del dólar y otros activos estadounidenses como los bonos del Tesoro.
La decisión de renunciar a aumentar sus reservas con producción local se interpretó como una maniobra para permitir que los bancos rusos que compran el oro a los productores exportaran metal a Europa, en un momento en que el suministro se encuentra comprometido por el cierre de minas y refinerías.
De esta forma, se fomentaban las exportaciones para apoyar al rublo, la divisa local, que atraviesa momentos difíciles debido al desplome del precio del petróleo, que constituye la principal fuente de ingresos procedentes de la exportación en Rusia.
Sin embargo, los bancos no habían contado con la interrupción casi total del tráfico aéreo de pasajeros a escala mundial, que era el medio utilizado para la exportación del metal precioso.
Esto les obliga a fletar aviones de transporte para hacer llegar el oro a sus clientes, un medio mucho más caro que los vuelos comerciales, o a acumular el oro en sus stocks hasta que se reanude el transporte aéreo.
Según explicó a Reuters Valily Zablotsky, responsable de la Asociación Nacional Financiera rusa, un lobby no gubernamental de bancos rusos, las entidades se están enfrentando a una serie de problemas a la hora de exportar oro, ya que se han reducido los vuelos de transporte y se han duplicado los costes.
Una situación que les obliga a renunciar a comprar más oro a los productores, o a acumularlo en sus cámaras acorazadas, a la espera de poder darle salida.
Según los últimos datos, Rusia produjo un total de 10,1 millones de onzas (314 Tm) de oro refinado en 2019, de las que 5,1 millones (158,6 Tm) fueron adquiridas por el Banco Central de la Federación Rusa y 3,7 millones (115 Tm) se exportaron, principalmente al Reino Unido y Suiza, los dos principales mercados mundiales de oro.
Durante el pasado año 2019, el banco central ruso redujo sus compras de oro para impulsar las exportaciones. Aun así, siguió siendo el principal comprador del metal producido en Rusia. Sus reservas, a fecha 1 de marzo, se elevaban a 73,6 millones de onzas (2.289,2 Tm) valoradas en unos 120.000 millones de dólares.
El lobby bancario ruso está estudiando también otras medidas alternativas para resolver la situación, como solicitar al banco central que comience a aceptar oro como garantía para la refinanciación de la deuda bancaria y que organice contratos de swaps en oro que permitan aumentar la liquidez en rublos en el mercado bancario.
Por su parte, el sector de la minería de oro ruso no se ha visto afectado de momento, ya que esperan que la demanda de lingotes producidos en Rusia siga siendo importante, especialmente en Londres, debido a la suspensión de la producción en las principales refinerías europeas.