Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense van a convertirse en la mayor influencia en la evolución al alza de los precios del oro, aunque de momento es la incertidumbre geopolítica y económica la que impulsa al metal.
Según los analistas del banco Standard Chartered, la mayor influencia sobre el futuro desarrollo de los precios del oro va a venir marcada por los posibles rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. En la actualidad, el crecimiento del precio del metal viene marcado por un entorno internacional de inestabilidad política y económica que conduce a los inversores hacia un valor refugio como el oro y que, según advierten desde este banco, es un efecto temporal.
El precio spot del oro alcanzó el pasado martes, 6 de junio su mayor nivel del año, 1,296 dólares la onza, antes de caer ligeramente en la sesión siguiente. Los futuros del Comex para agosto detuvieron su crecimiento apenas dos dólares por debajo de su máximo nivel del año.
Datos recientes como el crecimiento por debajo de lo esperado de las nóminas en Estados Unidos, conocido el pasado viernes, 2 de junio, ha provocado una caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro desde ese día.
Un alto rendimiento de los bonos del Tesoro suele ser perjudicial para el oro, ya que constituyen un apoyo para el dólar, con el que el oro mantiene una relación inversa. Además, unos rendimientos más altos significan un “coste de oportunidad” más alto o, lo que es lo mismo, la pérdida de posibles ingresos por haber invertido en un activo que no produce rendimientos. Y al revés, unos rendimientos decrecientes contribuyen a apuntalar el precio del oro.
Según los analistas de Standard Chartered, los tipos de interés reales (rendimientos menos inflación) y el carácter de valor refugio del oro van a ser los dos principales motores del precio del oro durante los próximos meses.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzaron el 2,239% el pasado jueves, 1 de junio, el día antes de que se conociera el dato de empleo en EEUU. El martes, 6, habían caído hasta el 2,133%. Por su parte, el oro Comex para agosto creció desde los 1.263,70 dólares el jueves, 1, hasta los 1.298,80 dólares la onza el martes, 6, su máximo de las últimas seis semanas.
Según el informe de Standard Chartered, “creemos que la incertidumbre política todavía va a alimentar un interés adicional por el oro, pero los factores principales van a ser los bonos del Tesoro, con los que el oro ha estado más vinculado en este año. Si los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años vuelven al entorno del 2,60%, el oro podría cotizar a 1.200 dólares la onza. Esperamos un precio medio de 1.245 dólares la onza para 2017”.
Se espera que la Reserva Federal eleve los tipos de interés durante su reunión de la segunda semana de junio y, como apuntaron en anteriores informes los analistas de Standard Chartered, las tres últimas subidas de tipos de interés en Estados Unidos provocaron sendos ciclos bajistas en los precios del oro. Para este 2017 se esperan dos subidas más de tipos, y otras dos para 2018.
Mientras, el carácter de valor refugio del oro se ha puesto en valor ante la incertidumbre geopolítica, lo que ha dado pie a la actual subida de precios, en torno a los 1.300 dólares la onza. Sin embargo, se trata de un efecto temporal, que necesita de otros factores para mantener sus efectos.
Respecto a la plata, desde Standard Chartered consideran que su precio es vulnerable a la baja a corto plazo, debido a la tendencia a recoger beneficios. Para el banco, la plata promediará 17,70 dólares la onza en 2017.