Los calores de julio por encima de los 40º centígrados, los rebrotes de la pandemia de la Covid-19 con más de 5.000 nuevos fallecimientos en el mundo en las últimas 24 horas, la intensificación de la disputa entre Estados Unidos y China y un dólar más débil hacen que repunten las visiones de una economía mundial más débil. Como efecto de reacción, los inversores vuelven a buscar en el oro el valor refugio por excelencia, el bálsamo de fierabrás para todos los males. De ahí su alta demanda y su aumento de precio en los mercados mundiales de metales preciosos que llevan al metal amarillo a alcanzar un récord histórico. Nada menos que 1.940 dólares la onza, o si lo prefieren 1.655 euros, que superan con creces los datos de septiembre de 2011.
Si la semana se inició con un lunes alcista, continuación de toda la semana anterior, este martes 27 de julio quedará reflejado en los calendarios mercantiles como la fecha en el que el oro alcanzó su máximo récord histórico desde 2011. A las 13,00h el precio en el mercado de Londres ya superaba en unos centavos y céntimos los 1.944 dólares o 1.656 euros la onza.
Con estos últimos avances, el oro roza una revalorización del 25% en lo que va de este año del coronavirus. La fuerte demanda de oro físico que alanzó máximos durante el primer gran tramo del confinamiento al que se sometió a la población de muchos países orientales y occidentales, sigue muy por encima de su media histórica.
Si a ello sumamos el enésimo pulso diplomático entre Pekín y Washington, a costa del cierre de sus consulados a ambos lados de esas poderosas naciones, podría suponer uno de los grandes impulsos para este hito dorado.
Si cruzamos el charco hacia el Viejo Continente nos encontramos por un lado con la posibilidad real de que el “Brexit” venga a finales de diciembre por las malas, sin acuerdo comercial alguno con la Unión Europea, de manera que la relación entre ambas partes a partir del próximo año quedaría sensiblemente resentida. Y todo pese a que la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación del Reino de España, Arancha González Laya, se reuniera casi a escondidas con el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, para hablar del futuro de la zona cuando llegue las campanadas de Fin de Año.
Por otro, sin movernos de Europa, también tiene su peso específico el controvertido acuerdo en el seno de la Unión Europea y el reparto de miles de millones como ayudas directas e indirectas a sufragar la hecatombe del coronavirus.
Después de cuatro días y cuatro noches de difíciles negociaciones, los líderes de los 27 países de la Unión Europea lograron llegar a un acuerdo para cerrar el presupuesto del bloque hasta 2027 por 1,8 billones de euros, incluido el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros para ayudar a los países más afectados por la pandemia, de los cuales 390.000 millones se destinarán a subvenciones y 360.000 millones en préstamos. De todas estas cantidades, España recibirá tan solo 140.000 de euros, de los cuales se destinarán 72.000 millones a ayudas directas y con condiciones.
Volviendo a cruzar el Atlántico, las caídas bursátiles en Estados Unidos han sido también un referente que han empujado el oro hacia arriba.
El índice S&P 500 perdió 0,6% y acumuló su primera pérdida semanal en un mes. El retroceso hizo que los inversionistas cautelosos giraran sus compras hacia el oro. El Promedio Industrial Dow Jones declinó 182.44 unidades, 0,7%. El índice compuesto Nasdaq retrocedió 98,24 puntos, 0,9%, y un largo etcétera aplicado a las bolsas europeas, IBEX incluido, y asiáticas.
Por otra parte, la recuperación de muchas compañías mineras, tras la debacle de los cierres de marzo y abril por la pandemia que afectó a miles de trabajadores, se ha notado y mucho en el mercado de acciones de las empresas, canadienses, estadounidenses y británicas.
Las refinerías con sello Good Delivery también se recuperaron de sus cierres temporales, sobre todo las suizas y alemanas. Ahora, con su maquinaria a casi todo gas están recuperando los pedidos de lingotes de sus clientes, como en el caso de Sempi Gold España. De igual manera, las Mints o Casas de Moneda especializadas en la acuñación de bullion han vuelto a sacar al mercado sus monedas de inversión.
Este aspecto, el de lingotes y bullion de nuevo al alcance de la mano de los ahorradores y consumidores, ha sido un elemento más del récord del precio del oro debido al gran aumento de su demanda.
Para el precio del oro en todas las demás monedas fiduciarias, los nuevos máximos históricos se han convertido en hechos comunes y han estado ocurriendo prácticamente todas las semanas recientemente. Pero dado que el precio del oro se cotiza principalmente en dólares estadounidenses, y dado que esta es la moneda de reserva de facto del mundo, un nuevo máximo histórico para el precio del oro en dólares está en el radar de todos, incluso en las salas de juntas de los banqueros centrales, donde los precios de los metales preciosos son temidos y venerados en igual medida.
A partir de ahora, solo hay que tener algo de paciencia y esperar, mejor a la sombra, la llegad del super récord del que todo el mundo habla: ¿y los 2.000 dólares la onza para cuándo?