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Los cuatro factores que van a influir en la evolución del precio del oro en 2018

Durante el pasado año 2017, el precio del oro se ha visto impulsado por el crecimiento de los ingresos y la situación de incertidumbre geopolítica internacional. Ello permitió que el precio del oro creciera en la mayoría de las divisas: un 13,5% en dólares, la mayor subida anual desde 2010 y superando al resto de activos; un 5,1% en rupias indias; y un 3,5% en yuan chinos.

Desde el Consejo Mundial del Oro han apuntado los cuatro factores que, a su juicio, van a influir en la evolución del precio del oro durante este año 2018: un crecimiento económico global sincronizado; políticas monetarias basadas en la subida de tipos y en la reducción de los balances, después de varios años de inyecciones de liquidez en los sistemas financieros; la congelación de los precios de otros activos; una mayor transparencia, eficiencia y acceso al mercado del oro.

1. Crecimiento económico global sincronizado

Por primera vez desde la crisis financiera, la economía global está registrando un fuerte crecimiento en las principales regiones económicas mundiales lo que, en opinión del Consejo Mundial del Oro, contribuye a incrementar la demanda mundial de oro.

A la vez que aumentan los ingresos, sube la demanda de joyas de oro y de productos tecnológicos que contienen oro, como smartphones y tabletas. El crecimiento económico también impulsa el ahorro, lo que a su vez incrementa la demanda de lingotes y monedas de oro.

Este incremento de la demanda también refuerza la posición del oro y pone de relieve sus cualidades de protección frente a posibles crisis financieras.

La interacción entre la inversión y el consumo pone de relieve la baja correlación que el oro tiene con otros activos financieros como los bonos o las acciones, lo que lo convierte en un elemento ideal para diversificar la cartera de inversión.

2. Política monetaria agresiva y reducción de balances

El crecimiento económico global va a provocar un endurecimiento de la política monetaria, que va a estar liderado por la Reserva Federal estadounidense, la primera que ha encarado la reducción de su elevado balance. En concreto, la Fed quiere desprenderse de unos 50.000 millones de dólares mensuales en bonos del Tesoro y titulizaciones hipotecarias.

Otros países también están valorando la posibilidad de ajustar sus políticas monetarias, un cambio que ha provocado la devaluación del dólar en 2017 y principios de 2018. Si esto sigue sucediendo, el precio del oro se va a seguir beneficiando.

A pesar de que los tipos de interés se vayan incrementando, lo que afectaría al oro por el llamado “coste de oportunidad”, desde el Consejo Mundial del Oro creen que los tipos de interés se encuentran en un punto muy bajo, desde la perspectiva histórica y que van a permanecer así debido a que la deuda de los países desarrollados está en máximos y la de los mercados emergentes está creciendo.

Además, lo sucedido en 2017 con el precio del oro demuestra que el incremento de los tipos de interés en los Estados Unidos no implica necesariamente una bajada del precio del oro. Según sus analistas, cuando los tipos de interés reales (descontando la inflación) se encuentran entre el 0 y el 4%, los rendimientos del oro son positivos y su volatilidad y correlación con otros activos financieros están por debajo de la media.

3. Congelación de los precios de otros activos

Los precios de los principales activos que compiten con el oro por atraer el interés de los inversores alcanzaron máximos históricos durante el pasado año 2017. En Estados Unidos, por ejemplo, el Índice S&P 500 registró su nivel máximo de todos los tiempos y la ratio precio-beneficio ajustada cíclicamente (CAPE) alcanzó su máximo desde el estallido de la burbuja de las “puntocom” en 2000.

El interés de los inversores por obtener rendimientos ha espoleado el precio de los activos en todos los mercados: en China, por ejemplo, los precios inmobiliarios casi se duplicaron entre enero de 2015 y octubre de 2017.

Esta subida global de los precios de los activos puede continuar durante un tiempo, aunque los analistas ya han dado la voz de alarma sobre posibles correcciones, como la que sobrevino a principios del mes de febrero. Si se producen nuevas correcciones, los inversores se pueden beneficiar de la cualidad del oro de reducir las pérdidas en momentos de crisis financiera.

4. Transparencia, eficiencia y acceso al mercado del oro

Durante los últimos diez años, los mercados financieros han incrementado su transparencia y eficiencia, con la introducción de nuevos productos que han permitido el acceso a inversores de todo tipo y condición.

El mercado del oro no ha sido una excepción en este sentido y durante los últimos años ha dado importantes pasos hacia una mayor transparencia, como las iniciativas de la London Bullion Market Association (LBMA) y la London Metal Exchange (LME).

En opinión del Consejo Mundial del Oro, estos cuatro factores pueden suponer un apoyo para la demanda del oro en 2018. Ello, unido al crecimiento de la economía y al incremento de la incertidumbre geopolítica, dará a los inversores y ahorradores motivos suficientes como para confiar en el oro como un activo adecuado para proteger su patrimonio y diversificar sus carteras de inversión.

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