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Los especuladores vuelven a manipular los mercados de futuros de metales preciosos

Manipulación del mercado de futuros del oro

Los mercados de futuros del oro y la plata se diseñaron para incrementar la volatilidad del precio de estos metales y para disuadir a los inversores de la posesión física de los mismos. Además, han incrementado las oportunidades para su manipulación por parte de los especuladores.

Éstas son las principales conclusiones a las que ha llegado el experto en metales preciosos Clint Siegner, en el blog Money Metals. Siegner sostiene que “esta corrupción está a la vista de todos aquellos que se molesten en echar un vistazo a los documentos de Wiki-Leaks, a los procesos penales y a los montones de pruebas que demuestran la existencia de juego sucio”.

El problema, según el experto, es que los precios de los metales preciosos aún siguen estando determinados por estos mercados de futuros, cuyo volumen de negociación se ha disparado, mientras que los precios parecen alejarse cada vez más de los factores fundamentales que afectan al suministro y la demanda de los metales subyacentes.

Además, en estos mercados se ha impuesto últimamente la negociación de alta frecuencia (HFT, por sus siglas en inglés), que consiste en utilizar potentes programas informáticos que se sirven de complejos algoritmos para analizar la situación del mercado y ejecutar un elevado número de órdenes en fracciones de segundo.

Estas cuestiones ponen en tela de juicio el hecho de que estos mercados sigan siendo el mecanismo principal de formación de los precios del oro y la plata, cuando se está viendo que son terreno abonado para la manipulación por parte de los especuladores.

Según Siegner, “los mercados de futuros se han utilizado siempre para operaciones de cobertura (y especulación) honestas. Los productores, refinerías y otros agentes interesados en el oro y la plata venden y compran contratos para que les ayuden a asegurar los beneficios o controlar las pérdidas derivadas de las grandes oscilaciones del precio”.

Sin embargo, al analista expone que “resulta fácil de entender que una compañía minera busque certidumbre sobre el precio del metal a corto plazo, pero lo que es difícil de entender es por qué soportan los efectos a largo plazo de participar en estos mercados tan discutibles. Confiar en que estas empresas criminales que manipulan el mercado de futuros hagan operaciones justas no parece un buen plan. Y resulta irónico que los participantes traten de controlar la volatilidad por medio de un mercado que precisamente está diseñado para incrementarla”.

Las otras razones que explican por qué estos mercados siguen operando son, a juicio de Siegner, menos legítimas: “son un mecanismo perfecto para que los banqueros y reguladores controlen el precio y minen la moral de los partidarios del oro”.

Lo cierto es que muchos inversores siguen participando en estos mercados manipulados, que siguen incrementando su capital, mientras los especuladores son atraídos por el cebo de las ventajas del oro y la plata, y la esperanza de que su elevada apuesta resulte ganadora algún día.

“Muchos de estos inversores viven en la ignorancia de que, en realidad, el juego en el que están participando está manipulado. Otros saben que se están haciendo trampas. Creen que entienden a sus adversarios y planean salirse de sus posiciones largas antes de que los banqueros organicen el siguiente desplome del precio”, afirma Clint Siegner.

La conclusión que se ofrece en el post es clara: “a falta de una revisión de la regulación y de un sistema judicial que realmente funcione y permita procesar a los banqueros deshonestos, la solución es que los inversores abandonen los mercados de futuros y comiencen a invertir en el mercado físico.

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