La cercanía del Brexit ha puesto de manifiesto el valor del oro como activo refugio para quienes sienten que su poder adquisitivo puede verse amenazado una vez que se consume la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El final de la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea está provocando que los inversores británicos estén recurriendo al activo más seguro y líquido de cuantos existen, el oro, para respaldar sus patrimonios de lo que puede suceder una vez que se produzca la separación.
Como ya hemos publicado en este periódico, la cercanía del Brexit ha disparado la demanda de monedas y lingotes de oro entre los pequeños inversores ingleses. Pero no solo los ingleses van a verse afectados por la salida del Reino Unido: los ciudadanos de Irlanda del Norte lo tienen aún más complicado, ya que su territorio ocupa seis condados del norte de la isla de Irlanda, limítrofes con la República de Irlanda, que va a permanecer formando parte de la Unión Europea.
Esto quiere decir que Irlanda del Norte va a ser el único de los países que forman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) que tenga una frontera territorial física con el resto de Europa.
No es de extrañar que los ciudadanos norirlandeses estén preocupados ante el futuro que les espera. Y en tiempos de incertidumbre económica y política, el oro es el rey. Según explican desde The Daily Coin, la compañía irlandesa Merrion Vaults, que comercializa metales preciosos y provee de servicios de custodia y almacenamiento, ha constatado un aumento del 70% en el número de clientes procedentes de Irlanda del Norte en lo que llevamos de año.
Un aumento que desde la firma irlandesa atribuyen al miedo de colapso económico y devaluación de la libra esterlina que existe entre los ciudadanos. En palabras de Seamus Fahy, cofundador de Merrion Vaults, “en los cinco años que llevamos vendiendo y custodiando oro, no hemos visto una demanda semejante a la actual”.
Desde la compañía irlandesa de metales preciosos explican, además, que esta oleada de nuevos clientes procede de muy diversos estratos sociales: desde empresarios adinerados hasta inversores de la clase media, pasando por pequeños comerciantes, pensionistas y grandes corporaciones.
Según Fahy, “todos ellos creen que hasta que vuelva la estabilidad a la economía británica, invertir en oro es la opción más segura”. El oro ha actuado tradicionalmente como un activo refugio que protege a los inversores del impacto de las crisis financieras, especialmente de la devaluación monetaria.
Merrion Vaults ha registrado también un notable incremento de su actividad en las sedes que tiene en Glasgow (Escocia), Newcastle y Liverpool (Inglaterra).
Desde que se produjo la votación a favor del Brexit, en 2016, se ha registrado una tendencia a adquirir oro por parte de los ciudadanos británicos. De hecho, desde alguna compañía especializada se aseguraba que algunos ciudadanos habían invertido en oro físico hasta el 40 ó 50% de su patrimonio en las semanas inmediatamente posteriores al referéndum.
El interés de los británicos por el oro no se ha desvanecido tampoco durante las negociaciones del Brexit, ya que las ventas de oro volvieron a crecer a principios de 2018. Desde Sharps Pixley, por ejemplo, registraron un incremento en las ventas de oro el pasado mes de marzo de nada menos que el 253% sobre el mismo mes del año pasado.
Según un análisis reciente publicado por el Banco de Inglaterra, un Brexit sin acuerdo podría provocar una importante crisis económica en el Reino Unido, mayor incluso que la reciente crisis financiera iniciada en 2008. Antes de que se publicara este análisis, las ventas de oro físico ya se habían disparado.
Mientras que el precio del oro en dólares se ha mantenido dentro de un rango muy estrecho durante los últimos meses, el precio en libras esterlinas ha crecido un 6% en los últimos seis meses.