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Los inversores ecologistas tienen una opción válida en el oro limpio, extraído sin mercurio

Desde el portal profesional del Medio Ambiente, Ambientum, lanzan una llamada de atención hacia aquellos inversores ecologistas, que también los hay, que deseen invertir sus ahorros y recursos tanto el mercado financiero como algunas de las más opciones de inversión tradicionales a las que denominan “limpias” y no contaminantes. Es el caso del oro procedente de las extracciones mineras sin mercurio.

Para los ecologistas con una fuerte conciencia ambiental, a veces es difícil decidir en qué invertir sus ahorros: tanto el mercado financiero como algunas de las más opciones de inversión tradicionales tienen en muchas ocasiones un impacto negativo en el medio ambiente, afirma el portal profesional Ambientum.

Sin embargo, señalan en un reciente artículo que para quienes tienen la suerte de contar con algún capital, existen varias formas de invertir sin perjudicar al planeta, barajando opciones como el “ladrillo verde” o viviendas ecológicas diseñadas y construidas en entornos amigables con el medio ambiente; o los ahorradores que eligen los fondos verdes de empresas ecológicas con prácticas sostenibles que rentabilizan en un buen nivel su actividad.

Hay una tercera opción ideal para quienes quieren invertir sin contaminar: el oro limpio”, señala rotundamente Ambientum.

El oro es una de las inversiones más comunes no solo en la actualidad, sino desde hace siglos. Cuenta con una gran estabilidad en comparación con el mercado del accionariado tradicional y tiene un gran potencial de rentabilidad. Por eso, invertir en oro se ha convertido en una de las opciones preferidas de aquellos que quieren poner a trabajar su capital, a medio y largo plazo, confiando en un valor refugio.

Este metal precioso, sin embargo, puede ser extraído de la tierra de la forma tradicional con mercurio, que es muy contaminante, o con nuevas técnicas que son mucho más ecológicas y que aseguran que la inversión no tenga consecuencias negativas para el medio ambiente.

En su artículo, Ambientum sostiene que “anualmente, se extraen cerca de unas 4.500 toneladas de oro en todo el mundo, y si bien antes se utilizaba principalmente para joyería, actualmente esta actividad consume solo cerca de la mitad del material precioso que es extraído cada año. En cambio, cada vez se producen más lingotes de oro para inversión, ya que se trata de una de las opciones más seguras del mercado, de bajo riesgo”.

El oro que es producto de la minería tradicional, contaminante, no solo libera peligrosos residuos de mercurio en el medio ambiente, sino que contribuye con la deforestación de las zonas donde se encuentra.

Lo peor de este proceso contaminante es que el mercurio que contamina la tierra y los ríos luego se asimila por los animales, como los peces, que posteriormente sirven de alimento para los seres humanos. Así, no solo se contamina el medio ambiente con este elemento altamente tóxico, sino también nuestros propios cuerpos.

Frente a este panorama, la minería de oro sin mercurio, también llamado oro ecológico, se constituye como una de las mejores opciones para quienes quieren invertir en este metal asegurándose de no dañar los ecosistemas y los habitantes de las regiones auríferas.

La minería de oro sin mercurio no solo es posible, sino que el oro limpio cada vez es más demandado por los mercados que comienzan a tener la sostenibilidad como una de sus prioridades”, incide el portal del medio ambiente.

En esa misma línea se encuentra el denominado “oro de sangre”, proveniente de las extracciones ilegales de África y América del Sur, casi siempre en manos de ejércitos guerrilleros y mafias internacionales.

El oro limpio se obtiene gracias a la minería aluvial, que se diferencia de la minería de veta porque el oro no está unido a otros minerales y, por lo tanto, no es necesario separarlo. El oro aluvial, en polvo, se separa mediante la gravedad con una mesa vibradora, sin necesidad de utilizar mercurio.

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