Aunque la banca privada en Asia suele invertir en oro por medio de los llamados ETF, productos financieros referenciados al oro y conocidos también como “oro papel”, los inversores adinerados del continente prefieren las inversiones a más largo plazo y en oro físico, lingotes o monedas.
Según una ponencia de Robin Tsui, de State Street Global Advisors, en un reciente foro celebrado en Hong Kong y recogido por International Adviser, la banca privada asiática se sirve principalmente de ETF a la hora de invertir en oro, con una perspectiva a corto plazo.
En cambio, los inversores más adinerados y conservadores prefieren el oro físico a los ETF, para inversiones estratégicas a más largo plazo y tienden a comprar monedas y lingotes y custodiarlas en cajas fuertes.
En palabras de Tsui, “los inversores asiáticos de alto nivel que invierten por medio de banca privada prefieren, en la mayoría de los casos, hacerlo en oro físico, que pueden ver y tocar”, y custodiarlo en la cámara acorazada que el banco suizo UBS posee en Singapur.
Respecto a los ETF referenciados al oro, también conocidos como “oro papel”, cuentan con una escasa penetración en este segmento de inversores de alto nivel, aunque el representante de State Street Global Advisors confía en que su demanda crecerá hacia finales de año, una época en la que tradicionalmente aumentan las inversiones en China y la India, lo que contribuirá a impulsar al precio del oro.
Según Robin Tsui, el sentimiento de desapego de los inversores hacia el oro durante los últimos meses, debido a su bajo precio, puede revertirse y convertirse en un atractivo punto de entrada para aquellos inversores que quieren protegerse frente a los efectos de la inflación y prepararse para una posible corrección del mercado de capitales estadounidense.
A largo plazo, el oro constituye la mejor opción de diversificación de las carteras de inversión que estén demasiado centradas en acciones estadounidenses.