Las criptomonedas fueron la inversión estrella en 2021 para los inversores minoristas. Según un reciente sondeo, el 31% de los encuestados reconoció haber adquirido criptomonedas en los 10 primeros meses del año pasado. Sin embargo, la reciente caída en su cotización está volviendo a despertar el interés por el oro.
En un post publicado en el blog Goldhub del Consejo Mundial del Oro, la analista Louise Street apunta que los inversores minoristas fueron unos compradores de criptomonedas entusiastas durante el año pasado.
Según un estudio global realizado por Hall Partners, las criptomonedas fueron uno de los activos de inversión más populares de 2021. Un 31% de los encuestados por esta firma revelaron que habían invertido en ellas durante los 10 primeros meses del pasado año.
“Estos inversores están sufriendo ahora. El universo de las criptomonedas ha mostrado una volatilidad extrema durante los últimos seis meses, debido a una mezcla de factores entre los que se encuentran el fin de la liquidez otorgada por los bancos centrales y los datos negativos de la economía”, señala la analista.
En el caso del bitcoin, la criptomoneda más popular, esta situación ya se ha dado con anterioridad, en más de una ocasión. Como recuerda Louise Street en el post, el bitcoin ha perdido el 50% de su valor al menos cinco veces desde que se creó, así que este último movimiento cuenta con precedentes.
Sin embargo, la investigación de Hall Partners sugiere que los inversores parecen haber tomado nota de estos movimientos anteriores del bitcoin: el 32% de ellos consideran la inversión en criptomonedas o bien como “de alto riesgo, con posibilidad de una alta rentabilidad” o como “una apuesta puramente especulativa”.
Reflejando este sentimiento, solo el 6% considera que las criptomonedas son “una inversión segura de la que no hay que preocuparse”.
Las actitudes de estos inversores cambian radicalmente cuando se trata del oro: lo reconocen como un activo refugio y valoran sus cualidades como elemento de protección frente a la inflación.
Según el sondeo, una tercera parte contemplan la inversión en oro como “un depósito de valor para proteger mi patrimonio”, “una forma de protegerme frente a la inflación” o “una inversión segura de la que no tengo que preocuparme”.
Ello puede explicar el motivo por el que más inversores confiaron en el oro que en las criptomonedas durante el año pasado. De acuerdo con la investigación, el 44% de los encuestados invirtió en oro durante los 10 primeros meses de 2021, siendo los lingotes y monedas una de las opciones más populares.
Unos datos que coinciden con los del informe Gold Demand Trends del Consejo Mundial del Oro, que reflejan que la inversión en oro físico a lo largo de 2021 alcanzó la cifra más alta de los últimos ocho años.
De entre los inversores que adquirieron criptomonedas en 2021, algo más de la mitad invirtieron también en oro. Asumiendo que aún conserven ambos activos, puede sentirse satisfechos, ya que el oro ha sido uno de los activos de inversión que más se ha revalorizado desde comienzos de 2021.
“Aunque la inversión en oro no ha ofrecido un rendimiento espectacular en este periodo, al menos sigue estando en cifras positivas, cumpliendo su papel de depósito de valor y activo refugio libre de preocupaciones. Y ofreciendo a estos inversores más munición para seguir invirtiendo en otros activos”, concluye el análisis de Louise Street.