Durante los meses de la pandemia, se detectó un cambio de tendencia en las exportaciones de oro desde Suiza: se redujeron los flujos hacia los países asiáticos, cuya demanda de metal para el sector de la joyería se vio severamente reducida, y aumentaron las exportaciones hacia los países occidentales, Europa y EEUU, especialmente, cuyos inversores se lanzaron a por el oro como activo refugio. Sin embargo, los últimos datos apuntan a un cambio de tendencia.
Suiza es el mayor centro de comercio internacional del oro, por lo que los datos de sus exportaciones ayudan a configurar una radiografía del momento que se vive en el mercado mundial de este metal precioso.
Las últimas estadísticas publicadas por la Administración Federal de Aduanas de Suiza relativas a las exportaciones de oro desde el país helvético revelan que la demanda en los mercados minorista y de joyería comenzaron a recuperarse el pasado mes de noviembre, al tiempo que se ha detectado una caída en el apetito de metal por parte de los inversores.
Así, los datos señalan que Suiza exportó en noviembre importantes cantidades de oro hacia la India y Turquía, mientras que los envíos a países como Tailandia, Italia y Alemania (todos ellos con importantes mercados de joyería o de lingotes y monedas) se elevaron hasta alcanzar la cifra más alta de los últimos meses.
En cambio, las exportaciones con destino a Hong Kong y China, que, tradicionalmente, son los mayores compradores del oro de Suiza, permanecieron en niveles mínimos. Las exportaciones hacia el Reino Unido, un centro mundial de inversiones en oro, se desplomaron hasta casi cero.
Las exportaciones de oro desde Suiza a los Estados Unidos, que han sido muy abundantes durante los últimos meses del año (ya que el mercado de futuros estadounidense requería respaldar los contratos con oro físico), han seguido siendo muy significativas, pero casi se han igualado con la cifra de exportaciones de oro desde Estados Unidos de vuelta a Suiza.
Lo cierto es que la pandemia de Covid-19 ha provocado un vuelco en el mercado internacional del oro. Las ventas de joyas se han desplomado, pero se vieron compensadas por el aumento del interés de los inversores occidentales, que acudieron al oro como refugio ante el colapso económico mundial.
Eso supuso un cambio en la tendencia que se había registrado en los años recientes, según la cual el oro se movía desde Europa y los Estados Unidos en dirección a Asia. Con la pandemia, el oro fluyó en dirección contraria, hacia el Oeste, mientras que los precios ascendieron por encima de la cifra récord de 2.000 dólares la onza.
Desde entonces, el precio ha caído por debajo de los 1.900 dólares la onza, conforme aumentaba el optimismo de los inversores respecto a la recuperación económica, lo que ha ido diluyendo su interés por el oro.