Los metales preciosos y, en particular, el platino, se presentan como un interesante activo de inversión para los planes de pensiones de los trabajadores de Australia. El sistema de retiro de los ciudadanos de este país, implantado en 1992, es un ejemplo de buen funcionamiento y en la actualidad es el cuarto del mundo por volumen de activos gestionados, con más de dos billones de dólares.
El sistema de pensiones de Australia se reformó en 1992 y se implantó la fórmula denominada ‘superannuation’. Se trata de un sistema obligatorio, por el cual las empresas están obligadas a aportar el 9,5% de los ingresos de cada uno de sus empleados en una cuenta individual de jubilación que el trabajador puede invertir en una amplia gama de activos.
Esta fórmula ha propiciado que, a día de hoy, Australia cuente con el cuarto mayor sistema de pensiones del mundo por volumen de activos, con 2,8 billones de dólares australianos (2,06 billones de dólares USA) gestionados.
Según los últimos datos publicados por la Asociación de Fondos de Superannuation de Australia (ASFA, por sus siglas en inglés), correspondientes al segundo trimestre de 2020, el volumen de activos gestionados ha caído un 0,6% con respecto al mismo trimestre de 2019, debido al impacto del Covid-19 sobre los mercados financieros internacionales.
En cuanto al tipo de activos en los que invierten estos fondos, la mayor parte (24%) lo hacen en acciones de compañías internacionales, y en acciones de compañías australianas (21%). Efectivo (14%) y renta fija australiana (12%) son los siguientes apartados en cuanto al volumen de inversiones.
Oro vs fondos de pensiones
Sin embargo, el apartado de ‘otros’ en las estadísticas de la ASFA, que incluye la inversión en metales preciosos, apenas representó un 2% en el segundo trimestre del año, lo que significa que aún tiene mucho margen de mejora.
Según un estudio del departamento de Investigación de Mercados de la Perth Mint australiana, realizado el año pasado, aunque no hay datos publicados sobre el porcentaje exacto de inversión de estos fondos en metales preciosos, se calcula que ronda el 0,1% del total de activos. Es decir, alrededor de 2.000 millones de dólares USA, una cantidad respetable, aunque muy baja, en comparación con la cifra global.
Desde la Perth Mint están trabajando para fomentar el aumento de las inversiones de los fondos ‘superannuation’ en metales preciosos. Con los datos en la mano, el oro en dólares australianos se revalorizó un 8,46% anual en la década que terminaba en 2019, mientras que la revalorización de los fondos de pensiones australianos en el mismo periodo fue del 6,8%.
Según Jordan Eliseo, analista de la Perth Mint, el oro cuenta con importantes ventajas para los fondos de pensiones que inviertan parte de sus activos en él: importantes revalorizaciones a largo plazo; rendimiento muy positivo en periodos de tipos de interés bajos, como el actual, y de alta volatilidad en los mercados de capitales; una enorme liquidez; ningún riesgo crediticio.
Platino, otra alternativa
Como explican desde el Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC, por sus siglas en inglés), el platino también ofrece ventajas para ser incluido en la cartera de inversión de estos planes de pensiones australianos.
En concreto, este metal se está popularizando como activo de inversión debido a sus propiedades únicas, ya que cuenta con una demanda tanto industrial como por parte de los inversores en metales preciosos, y es también muy atractivo como depósito de valor a largo plazo.
La venta de lingotes y monedas de platino de inversión se ha mostrado muy consistente durante este año, constituyendo una de las principales fuentes de demanda del metal, debido al interés de los inversores en hacerse con activos tangibles, ante la incertidumbre económica causada por la pandemia de Covid-19.
Según explican desde el WPIC, además de accesibilidad y liquidez, la inversión en lingotes y monedas de platino resulta muy atractiva para los inversores ya que, al igual que el oro, no conlleva riesgo crediticio ni de contraparte, a diferencia de otros activos como las acciones o los bonos.
Además, el actual descuento en el precio del platino respecto a otros metales preciosos (el platino cotiza a 873 dólares la onza, mientras que el oro está a 1.900 dólares y el paladio, a 2.296) propicia un atractivo punto de entrada para ciertos inversores.
Por otro lado, el platino resulta también interesante para los inversores por sus connotaciones ecológicas: este metal está desempeñando un papel muy importante en los procesos de descarbonización, debido a sus propiedades como catalizador, que resultan claves para impulsar la llamada ‘economía del hidrógeno’, produciendo este gas desde fuentes renovables. Un gas que se usa en las pilas de combustible de automóviles y camiones.
Precisamente, los proyectos de generación de hidrógeno por medio de energías renovables que tienen en marcha los países de la Unión Europea y China van a requerir una cantidad estimada de 600.000 onzas de platino (18,6 Tm) para el año 2030, lo que influirá en su precio y, por tanto, en el interés por parte de los inversores.
Planes de SEMPI Gold España
En comparación con el modelo australiano, el sistema español cuenta con bastantes carencias y afronta una complicada situación de cara al futuro. Por ello, los futuros pensionistas españoles tienen que preocuparse por mantener su poder adquisitivo una vez llegada la edad de la jubilación.
Los metales preciosos y, en concreto, el oro, pueden desempeñar un importante papel. A ello se dedica SEMPI Gold España, compañía pionera en la comercialización de planes de compra programada de oro, que ha lanzado un producto específico para cubrir esta necesidad del mercado español.
Se trata del Contrato Retiro de Oro, especialmente diseñado para quienes quieren llegar a la jubilación con la seguridad de que van a poder mantener su poder adquisitivo.