Las condiciones del mercado de los metales preciosos y, en concreto, el de los metales del grupo del platino, está cambiando con rapidez. Las principales compañías productoras ya han asumido que tienen que adaptarse a los nuevos tiempos, diversificando su negocio y adaptándose a las necesidades de la nueva economía del hidrógeno.
Son las principales conclusiones del encuentro mantenido entre los responsables de las principales compañías productoras de metales del grupo del platino, en el marco de la cumbre internacional Joburg Indaba, celebrada los pasados días 6 y 7 de octubre en Johannesburgo (Sudáfrica) y cubierta por el medio especializado Mining Weekly.
Los representantes de las compañías productoras asistentes a la cumbre están adoptando distintas estrategias para esta adaptación, como la diversificación en el negocio de los metales destinados a la fabricación de baterías o buscando los beneficios en la llamada economía del hidrógeno.
Nico Muller, CEO de la minera sudafricana Impala Platinum, señaló que su compañía se va a centrar en el crecimiento interno, reforzando sus operaciones existentes. A más largo plazo, el crecimiento pasa también por una mayor responsabilidad social corporativa, mediante la utilización de energías renovables y la realización de estudios de viabilidad para analizar el impacto de sus explotaciones en las comunidades locales.
Por su parte, Natasha Viljoen, CEO de la también sudafricana Anglo American Platinum, admite que la transición que está teniendo lugar en el sector de la movilidad genera incertidumbre en el mercado, ya que, en principio, los metales del grupo del platino no son una materia prima esencial en la fabricación de vehículos eléctricos o sus baterías, a excepción de los automóviles híbridos.
Pese a ello, Viljoen es optimista respecto a la demanda futura de metales del grupo del platino en el entorno de la economía del hidrógeno, que va a ser cada vez más necesario para las estrategias de descarbonización.
Según la responsable de Anglo American Platinum, no se trata de elegir entre los vehículos de baterías eléctricas, los híbridos y los de pila de combustible, sino que todos ellos pueden coexistir.
De cara al futuro, la industria de los metales del grupo del platino tiene que buscar nuevos mercados para desarrollarse y fomentar la demanda de sus productos.
Neal Froneman, CEO de Sibanye Stillwater, señaló que, aunque su compañía está adoptando una estrategia agresiva para ampliar su presencia en el mercado de los metales para la fabricación de baterías, no va a dar la espalda a su negocio tradicional, los metales del grupo del platino.
En su opinión, la entrada de la minera en este sector de las baterías tiene sentido, en cuanto que constituye la evolución natural de su estrategia de creación de valor por medio de fusiones y adquisiciones.
De hecho, Sibanye lleva años planificando una estrategia de diversificación del negocio, de modo que no se trata de una respuesta a una situación puntual. En el plazo de cinco años, Sibanye aspira a generar un tercio de sus ingresos por medio del oro, otro tercio por los metales del grupo del platino, y otro por los metales relacionados con la energía.
El CEO de Royal Bakofeng Platinum, Steve Phiri, apuntó que la industria de los metales del grupo del platino no está afrontando su ocaso y que las amenazas actuales deberían contemplarse como oportunidades.
Según Phiri, la demanda de catalizadores va a permanecer mientras los vehículos con motores de combustión interna sigan comercializándose, lo que va a seguir sucediendo aún durante bastantes años.
Además, en su opinión, la industria de los metales del grupo del platino ha sido capaz de regenerarse a sí misma durante los diversos ciclos que han atravesado estas commodities y en las diferentes condiciones de mercado.
El CEO de Royal Bakofeng Platinum ha asegurado que, de momento, la compañía va a seguir centrándose en la producción de platino.