El oro se ha recuperado tras dos semanas consecutivas de bajadas, impulsado por la propuesta del presidente Donald Trump de recortar el tipo aplicable al impuesto de sociedades. Una perspectiva que ha reducido los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y ha afectado al dólar.
La administración Trump ha dado a conocer las líneas generales de su política fiscal, que pasan por reducir el tipo aplicable en el impuesto de sociedades desde el 35% actual al 15%, además de rebajar diversos impuestos a los ciudadanos.
El oro ha reaccionado a este anuncio del presidente de los Estados Unidos con una subida del 0,3%, hasta los 1.266,81 dólares la onza, después de haber registrado, a principios de la sesión, un precio de 1.259,90 dólares, el más bajo desde el pasado 11 de abril.
“El oro ha superado la barrera de los 1.260 dólares la onza, movido por la preocupación ante la posibilidad de que la reforma fiscal estadounidense pueda disparar el déficit. Sin embargo, el impacto de la reforma fiscal en los precios de los activos y del oro podría ser transitorio, ya que la versión definitiva de la reforma será probablemente diferente, y es difícil que se aprueba antes de que transcurran unos meses”, ha señalado a Reuters el director de trading de metales preciosos de BMO Capital Markets en Nueva York, Tai Wong.
Para los analistas de Cohen & Steers, la razón de este “impasse” en el precio del oro es que los inversores están tratando de descifrar qué va a ocurrir en la economía y los tipos de interés de los Estados Unidos.
Por su parte, desde Julius Baer creen que los factores de riesgo que han apoyado la subida de los precios del oro durante las pasadas semanas ya han sido descontados por el mercado, por lo que lo precios del oro podrían volver a rondar los 1.200 dólares durante los próximos tres meses.
Por otro lado, el precio spot de la plata cayó un 0,6%, hasta los 17,44 dólares la onza, tras rozar los 17,28 dólares, su nivel más bajo desde el pasado 21 de marzo. El platino bajó un 0,2%, hasta los 948,60 dólares la onza, mientras que el paladio subió un 1,2%, hasta los 809,70 dólares la onza.
Pese a la subida, los analistas no son optimistas ante la evolución del paladio, debido a la desaceleración de las ventas de automóviles en los mercados chino y estadounidense, lo que podrían conducir a una corrección de precios de hasta el 10%, para situarlo en el entorno de los 700 dólares la onza.