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Los rendimientos de los bonos o la caída del dólar, las claves para el que oro siga subiendo

Subida o bajada del dólar

El precio del oro se ha estabilizado por encima de los 1.700 dólares la onza, pero necesita algún factor decisivo, lo que los analistas denominan ‘catalizador’, para que reanude la subida que lo llevó durante el verano pasado a batir su récord histórico y superar los 2.000 dólares la onza. Dos factores podrían ejercer de catalizadores: el fin de la relación inversa entre los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años o la caída del dólar.

El precio del metal se ha estabilizado en torno a los 1.720-1.730 dólares la onza, aunque, como subrayan desde Kitco, ha fracasado cada vez que ha tratado de sobrepasar el nivel de resistencia de los 1.750 dólares.

La clave es la ausencia de lo que los analistas denominan ‘catalizadores’, que son factores decisivos que contribuyen a que el precio del oro suba. Según Eugen Weinberg, analista de Commerzbank, “los factores que habitualmente influyen en el oro, como la subida de las bolsas y la estabilidad del dólar, no parecen estar presionando ahora mismo el precio del metal”.

Por su parte, Daniel Pavilonis, de RJO Futures, señalaba a Kitco que el sentimiento de los inversores es ahora mismo menos optimista que en agosto pasado. Esto es una buena señal y, probablemente, es el momento de empezar a invertir en oro. La próxima semana podría ser aún mejor para el metal”.

Ahora mismo, el oro se encuentra en medio de dos enfoques diferentes: a corto plazo, está pendiente de la recuperación económica y del ritmo de administración de las vacunas contra el coronavirus; y a largo plazo, por la incertidumbre económica y la política monetaria moderada por parte de la Reserva Federal estadounidense.

En opinión del responsable de estrategia global de TD Securities, Bart Melek, “no me sorprende que el oro no haya comenzado ya a subir. El dólar sigue estando firme y seguirá así durante un tiempo, mientras Europa siga con los confinamientos y los problemas de distribución de las vacunas. Los fondos de inversión van a desplazarse hacia los Estados Unidos”.

Sin embargo, desde TD Securities siguen confiando en superar la barrera de los 1.900 dólares a finales de año, gracias al aumento de la inflación, a la inactividad por parte de la Reserva Federal en cuanto a los tipos de interés, al incremento de la deuda y al mayor gasto en infraestructuras.

En cuanto a los posibles catalizadores que pueden determinar que el precio del oro vuelva a subir a niveles máximos hacia finales de año, los analistas apuntan en especial a dos.

Por un lado, la quiebra de la relación inversa que mantiene el oro con los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años. En los últimos tiempos, cada vez que los rendimientos de estos bonos subían, el precio del metal bajaba. Sin embargo, parece que esa relación inversa puede romperse, ya que, en los últimos días, los rendimientos de los bonos han subido, pero el oro ha mantenido su precio.

A ello puede contribuir el aumento de la inflación y el anuncio por parte de la administración Biden de un nuevo paquete de inversión en infraestructuras, que podrían provocar que el nivel que el precio del oro ha mostrado en febrero se convierta en el mínimo al que baje antes de retomar la subida.

Por otro lado, el segundo catalizador podría venir por la depreciación del dólar, que afectaría negativamente a los rendimientos de los bonos.

Junto a ellos, los analistas tampoco pierden de vista otros focos potenciales de riesgo, como el aumento de los contagios de Covid-19 a escala mundial o la reanudación de las tensiones en las relaciones comerciales entre China y los Estados Unidos.

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