Al final, no ha sido para tanto. Las perspectivas alcistas del precio del oro que los analistas habían apuntado en caso de un triunfo de la ultraderechista Marine Le Pen en la primera ronda de las elecciones francesas, celebradas el domingo, 23 de abril, se han relajado después del resultado obtenido por el centrista Emmanuel Macron.
La reacción del mercado ha supuesto una caída del 1,5% en el precio del oro, la mayor registrada desde el 2 de marzo, hasta los 1.265,51 dólares la onza. Una caída que los analistas han interpretado como una vuelta de los inversores a los activos con mayor riesgo, después de que Macron (en la imagen), firme defensor del crecimiento económico, se convierta en el próximo presidente de Francia. Ello supondría el fin de la amenaza que supondría una hipotética victoria de Marine Le Pen en las elecciones de una de las principales economías de la Eurozona.
Tras este reajuste registrado después del empate entre Le Pen y Macron (a quien las encuestas dan como favorito para la segunda ronda, el próximo 7 de mayo, por más de 20 puntos porcentuales), la subida del precio del oro en lo que llevamos de año 2017 es del 11%.
Estos resultados han descartado lo que los analistas consideraban el peor de los escenarios posibles, en términos geopolíticos (aunque el más beneficioso para la evolución del precio del oro): un enfrentamiento en la segunda vuelta entre la ultraderechista Marine Le Pen y el izquierdista Jean-Luc Melenchon.
Descartado el riesgo inmediato para la Eurozona derivado de las elecciones francesas, la atención de los inversores se centra ahora en las políticas monetarias de los bancos centrales y la posibilidad de que se produzca un cierre del Gobierno de Estados Unidos como sucedió en 2013.
En las perspectivas a corto plazo de los analistas, que van a influir en la evolución de los precios del oro, están las próximas reuniones del Banco Central Europeo, el 27 de abril, y de la Reserva Federal estadounidense, en la primera semana de mayo.
Por otro lado, las tensiones entre el Gobierno de Estados Unidos y el de Corea del Norte, desde principios de abril, siguen contribuyendo a acrecentar el interés por el oro como valor refugio, por parte de los inversores.