La plata, un activo subestimado por muchos inversores, podría protagonizar una importante subida de precio en 2018, apoyada en la recuperación del sector industrial y la demanda de inversión, según un informe del banco HSBC.
“Creemos que la plata va a cotizar al alza en 2018 y 2019, debido a la fuerte demanda industrial y al limitado suministro”, afirma en el informe el analista jefe de metales preciosos de HSBC, James Steel.
La previsión de precio medio de HSBC para la plata en 2018 es de 17,92 dólares la onza, un 4% por encima de su precio actual. El informe precisa que el precio de la plata es una buena apuesta para 2018, año en el que oscilará entre los 16,10 y los 19,25 dólares la onza.
Según el banco, los mercados ya han descontado las esperadas subidas de tipos que va a llevar a cabo la Reserva Federal de los Estados Unidos durante 2018, por lo que no se espera que influyan en el precio de la plata. Sin embargo, una política monetaria menos restrictiva por parte de la Fed podría influir positivamente en los precios.
Otro factor que puede contribuir al crecimiento del precio de la plata sería un incremento del riesgo geopolítico, que podría impulsar la demanda del metal como valor refugio.
Pero el factor más determinante para la formación del precio del oro es el crecimiento de la demanda industrial de plata: “tras varios años de debilidad, la demanda industrial se está recuperando, liderada por los sectores fotovoltaico y electrónico. Desde HSBC prevemos un crecimiento industrial global, lo que debería contribuir al despegue del precio de la plata”, apunta Steel en el informe.
Por el lado del suministro, la producción minera de plata crecerá ligeramente en 2018, aunque volverá a caer en los años siguientes. Y por el de la inversión, la demanda de plata también se espera que crezca a lo largo de 2018, aunque lo hará en mayor medida la de productos referenciados a la plata que la de lingotes y monedas que, pese a ello, registrará niveles más importantes que los mínimos de 2017.
Pese a que la plata cerró el año pasado con subidas de precio, su actuación a lo largo del año no fue la esperada. Desde HSBC lo atribuyen a las fuertes ganancias de los mercados de capitales, la disminución de los riesgos geopolíticos y el reducido interés de los inversores, a lo que contribuyeron también la debilidad del sector de la joyería y de la venta de lingotes y monedas.
Unos factores que todavía podrían dejarse sentir en 2018, aunque la perspectiva del banco es “moderadamente alcista”.