Icono del sitio Oroinformación

Los tipos de interés negativos, un factor más a favor de los metales preciosos

Tipos de interés negativos

Además del aumento del riesgo geopolítico, la desaceleración de economías de importancia mundial como Estados Unidos, China y, ahora, Alemania, o la búsqueda de un valor refugio, hay otro factor que va a resultar decisivo en los próximos meses para la evolución del precio de los metales preciosos: los tipos de interés negativos.

La marea de los tipos de interés negativos se está extendiendo por todo el mundo, con unas consecuencias imprevisibles. Entre sus efectos, además del hecho de que los bancos pudieran comenzar a cobrar a los clientes por custodiar su dinero (lejos quedan las fechas en que se remuneraban los depósitos de éstos), está el fin de los rendimientos de instrumentos de inversión como los bonos.

Como explica Clint Siegner desde Money Metals Exchange, alrededor del 25% de los bonos vendidos a nivel global acarrean ahora mismo un rendimiento negativo. Hasta tal punto, que algunos inversores incluso están comprando bonos basura que les reportarán menos del precio de compra en el momento del vencimiento.

“Por su parte, los bancos europeos, que llevan tiempo absorbiendo en sus cuentas la tasa del 0,4% con que el Banco Central Europeo grava los depósitos, están empezando a hartarse, van a tirar la toalla y están dispuestos a repercutir esos gastos sobre sus clientes, señala Siegner.

Por ejemplo, los clientes con mayor patrimonio del banco suizo UBS van a empezar a pagar una tasa del 0,75% por los balances en metálico superiores a los dos millones de francos suizos (2,05 millones de dólares).

Esta nueva tasa por los depósitos de los clientes podría acabar de convencer a éstos para invertir en oro físico, lo que les resultaría mucho más favorable desde el punto de vista económico. Según Siegner, ese 0,75% que tendrán que pagar al banco por la custodia de su dinero es aproximadamente el doble de lo que costaría la custodia, por parte de una empresa especializada, de oro de inversión por valor de esos dos millones de dólares.

Y ello, además, con la ventaja de no tener a un banco como UBS como contraparte, con el riesgo que eso supone en caso de quiebra o crisis de liquidez.

Las acciones del banco suizo, que se ha visto envuelto recientemente en algunas acusaciones de colaborar con la evasión fiscal de sus clientes (por lo que ha tenido que pagar multas de 5.000 millones de dólares), han bajado a los niveles que tenían durante la crisis financiera de 2008 y, según Financial Times, desde principios de año está perdiendo a algunos clientes de grandes patrimonios.

En palabras de Clint Siegner, “la proliferación de los tipos de interés negativos lleva consigo un componente retorcido y siniestro. En una economía sana, los prestamistas no pagar a los prestatarios por dejarles su dinero. Y los impositores no pagan a los bancos. Ambos escenarios resultan antinaturales y no tienen precedentes”.

Según su interpretación, los bancos centrales quieren obligar a las personas que poseen capitales a utilizarlos, a ponerlos en movimiento: quieren que la genta gaste su dinero, que inviertan capital, que sigan comprando inmuebles y acciones que están tremendamente sobrevalorados”.

“Sin embargo, el problema es que muchos inversores no ven oportunidades interesantes, por lo que tienden a buscar activos refugio: compran más y más bonos con rendimientos negativos y mantienen el dinero ingresado en el banco, pese a que hace años que los depósitos no ofrecen ninguna rentabilidad”, advierte Siegner.

Además, esos capitales inmovilizados en el banco se ven mermados día a día, por la pérdida de poder adquisitivo del dinero provocada por la inflación. Así que, para calcular el coste real de tener el dinero en bonos con rendimientos negativos y depósitos, hay que añadir la variable de la inflación que, en Europa, es ligeramente superior al 1,5% anual.

Por tanto, el verdadero coste de mantener importantes balances en bancos como UBS superará pronto el 2,25% anual.

“Si los inversores no encuentran oportunidades interesantes para que su capital ofrezca rendimientos, se van a encontrar con que los bancos centrales van a seguir apretándoles las tuercas. La solución no es, como ellos quieren, gastar ese dinero para que fluya en el mercado. Nuestra apuesta es, en vez de eso, acudir a activos refugio seguros, como los metales preciosos, concluye.

Salir de la versión móvil