El Gran Ducado de Luxemburgo, con tan solo 600.000 habitantes, ha sido el primer país en regular la minería espacial en el seno de la Unión Europea (UE) y el segundo del mundo, tras Estados Unidos, el precursor de estas normativas más allá del planeta Tierra.
El marco jurídico luxemburgués para regular la futura minería espacial, que principalmente establece normas para aportar certidumbre a las compañías mineras que se plantean prospecciones en el nuevo espacio, ha entrado en vigor este mes de agosto, tras ser aprobado por 55 votos a favor y 2 en contra de los diputados del país centro europeo.
La normativa garantiza a las empresas privadas registradas en el país la propiedad sobre los recursos que exploten en asteroides y otros cuerpos espaciales cercanos a la Tierra. De tal forma que, para proteger sus inversiones, las empresas interesadas en esas actividades deberán estar registradas en Luxemburgo y obtener una autorización del Ministerio de Economía para utilizar los recursos obtenido en este planeta o en el resto.
La ley, que no afecta a la regulación de las comunicaciones por satélite, se asemeja a la normativa aprobada en Estados Unidos en 2015, pionera en esta materia, en la que también se reconoce la propiedad de los recursos cuando ya han sido extraído, evitando así un conflicto con el Tratado del Espacio Exterior, que data de 1967 -antes de la llegada a la Luna- y en el que se prohíbe expresamente que las empresas reclamen como propios territorios en el espacio.
El ministro de Economía de Luxemburgo, Etienne Schneider, ha justificado la aprobación de esta futurista normativa señalando que la «incertidumbre legal necesita clarificación» para que inversores y clientes sepan a qué atenerse. Además subrayó que así su país «refuerza su posición como polo de exploración y utilización de los recursos del espacio» con este nuevo marco jurídico, para cuya redacción ha contado con la asesoría del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del exdirector de la Agencia Espacial Europea (ESA) y antiguo astronauta francés Jean-Jacques Dordain, entre otros expertos.
Esta ley está amparada por las declaraciones de intenciones de algunas compañías como Moon Express, tras anunciar que a finales de este año podría enviar la primera sonda espacial encargada de recoger muestras en el satélite de la Tierra, en busca de oro o platino, por ejemplo.
Rusia o Brasil han sido algunos de los países más críticos, en foros como el Comité para Usos Pacíficos del Espacio Exterior de la ONU, con la normativa de Estados Unidos, referente de la luxemburguesa, al considerar que viola la legislación internacional.
Luxemburgo se reafirma en que es lícita su regulación, adoptada después de que empresas como las estadounidenses Deep Space Industries y Planetary Resources, la germano-luxemburguesa Blue Horizon o la japonesa Ispace se hayan instalado ya en su país, que además controla unos 25 millones de euros del accionariado de Planetary Resources y un 17% del capital de la Sociedad Europea de Satélites.