Icono del sitio Oroinformación

No nos vale eso de “se veía venir” porque no es cierto: el oro no se despeña, se corrige

Después de dos semanas de aplicación de protocolos de contingencia y habiéndose establecido que el coronavirus tiene un periodo de dos semanas de incubación, el mercado espera que los brotes hayan tocado su pico y empiecen a reducirse, dice Mauricio Carrillo en FXEmpire.

La verdad es que la jornada de hoy martes 4 de febrero va a quedar marcada como la del bajón extraordinario del oro, ya que se inició con el mercado marcando los 1.570 y pocos dólares la onza y a última hora de la tarde/noche ya estamos en 1.551 dólares, retrocediendo en el calendario como si fuera el 15 de enero.

No cabe duda que el pánico a una nueva y brutal pandemia en China, el coronavirus, recorrió los continentes uno a uno, con casos aislados, pero casos, en muchos países asiáticos y occidentales. Día a día fueron sumándose fallecidos por el coronavirus a la larga lista facilitada por la Comisión Nacional de Salud de China, alertado la Organización Mundial de la Salud a todos los países del orbe para que extremen precauciones.

Mientras esto acaecía, parecía que los mercados de metales preciosos se habían vuelto locos y una gigantesca manada de toros se había desbocado empujando el precio del oro hacia cifras ya olvidadas en el tiempo. El metal amarillo llegó a rozar los 1.600 dólares la onza, cuando el viernes 31 de enero coqueteo con los 1.590 dólares.

Desde ese momento, los toros dieron paso a los osos que les sustituyeron empujando el metal amarillo hacia zonas menos altas, aunque confortables. Solo recordar que el año inició sus transacciones el día 2 de enero con 1.520 dólares la onza.

Los mercados de occidente y oriente se tomarán un respiro, harán negocio para retirar dividendos y volverán pronto a lanzarse sobre el oro. En cuanto bajen las fiebres.

Salir de la versión móvil