Icono del sitio Oroinformación

Noruega recompensa a un buscador que halló una cadena de oro de la Edad del Hierro

Cadena de oro de la Edad del Hierro encontrada en Noruega

Las leyes que regulan el hallazgo de tesoros por parte de aficionados a la búsqueda con detectores de metales son muy diferentes según los países y, en casos como España, muy restrictivas. En cambio, en países como Noruega, los buscadores pueden obtener recompensas muy importantes.

El caso que nos ocupa se remonta al año 2016, cuando un aficionado a la búsqueda con detector de metales, Magnus Meistad, realizó un importante descubrimiento en el municipio noruego de Skaun, en la región de Trøndelag.

Se trataba de dos fragmentos de una cadena de eslabones de oro. La pieza, de un peso total de 392,2 gramos, había sido fabricada durante la Edad del Hierro y era el artefacto de oro más importante encontrado por un aficionado en tiempos modernos.

Desde el punto de vista arqueológico, el hallazgo era excepcional. Según Lars Reinholdt Aas, asesor del Consejo del Patrimonio Cultural de Noruega, “se trata de un descubrimiento excepcional. Aunque el oro que se utilizaba como medio de pago en la Edad del Hierro no es demasiado raro, este hallazgo es sorprendente debido a su gran tamaño”.

Ahora, cuatro años después de que Meistad encontrara la cadena de oro, el Consejo ha decidido la cuantía de la recompensa que le corresponde al buscador: 200.000 coronas noruegas (unos 24.000 dólares).

Es la mayor recompensa otorgada por este organismo oficial de Noruega a un buscador particular en toda su historia. Para poner en contexto la cuantía de la recompensa, solo hay que indicar que la recompensa media que suele otorgarse a quienes realizan este tipo de descubrimientos suele ser de unas 1.500 coronas (180 dólares).

Una de las razones de esta elevada cuantía es el hecho de que el artefacto está hecho de oro y tiene un considerable peso (392,2 gramos). Uno de los criterios que se siguen para determinar la recompensa es que éste debe equivaler al valor del metal precioso encontrado, más una prima mínima del 10%.

Además, la legislación noruega no establece ningún límite máximo a la hora de fijar la recompensa que le corresponde el buscador por su hallazgo.

Otros países como España son más restrictivos con los buscadores de tesoros, ya que nuestra legislación establece que todos los hallazgos que se encuentren en el subsuelo son de propiedad estatal, independientemente de la propiedad del terreno en el que se han encontrado.

En cambio, el Reino Unido tiene una legislación bastante avanzada al respecto y obliga a los buscadores a informar a la Policía de los hallazgos. Posteriormente, un juez oficializa el hallazgo y propone a un museo que adquiera la pieza. El precio de venta se reparte entre el descubridor del mismo y el propietario del terreno donde se ha hallado.

Salir de la versión móvil