El estado de Ohio se ha convertido en el número 41 de la Unión en aprobar una legislación que elimina los impuestos sobre las transacciones realizadas con oro y plata físicos, reconociendo a éstos como medio de pago legítimo, como establece la Constitución de los Estados Unidos.
El gobernador del estado de Ohio, Mike DeWine, firmó el pasado 1 de julio la ley que pone fin a la aplicación del impuesto sobre las ventas de lingotes y monedas de oro, plata, platino y paladio.
Ohio se convierte así en el estado número 41 de la Unión que aprueba una legislación favorable a la eliminación de impuestos sobre los metales preciosos, y el segundo que lo hace en 2021, después de Arkansas.
La iniciativa legislativa, denominada House Bill 110, fue promovida por los representantes Kris Jordan y Riordan McClain, y apoyada por la Sound Money Defense League y diversos activistas y comerciantes numismáticos.
Su aprobación devuelve a los inversores, ahorradores y pequeños negocios del estado de Ohio su derecho a adquirir metales preciosos sin verse penalizados por los impuestos sobre las ventas y el uso.
Según Kris Jordan, “es una iniciativa de sentido común. No deberíamos gravar el dinero. Esta fórmula de la doble tasación desincentiva la compra de metales preciosos en su propio estado por parte de los ciudadanos de Ohio y expulsa del mismo a los negocios. Los comerciantes en metales preciosos del estado podrán competir desde ahora con los estados vecinos y en el mercado online. Esta exención, además, permitirá que se celebren exposiciones y eventos numismáticos en Ohio, lo que va a aumentar la actividad económica estatal”.
Como explican desde Money Metals, se da la circunstancia de que Ohio revocó en 2019 las exenciones en el impuesto sobre las ventas a las inversiones en metales preciosos. Sin embargo, los legisladores del estado han cambiado de postura y han reinstaurado la exención después de constatar que los pequeños negocios, congresos y ferias numismáticas, beneficios por impuestos y actividad inversora estaban comenzando a huir de Ohio hacia otros estados con legislaciones más favorables.
Los defensores de esta medida sostienen que los metales preciosos están hechos para ser revendidos, mientras que los impuestos sobre las ventas se aplican a bienes que son de consumo final, por lo que la aplicación de esta carga fiscal sobre oro y plata resulta especialmente inapropiada.
Además, la medida estaba perjudicando a Ohio frente a otros estados vecinos que no aplican estos impuestos. Así, un ciudadano que quisiera comprar un lingote de una onza de oro en el estado, debía pagar los aproximadamente 1.950 dólares de su precio, más 136,50 en concepto de impuesto de ventas, por lo que preferían desplazarse a otros estados limítrofes para hacer esa misma compra sin impuestos.
Como explica JP Cortez desde Money Metals, “gravar con impuestos los metales preciosos resulta perjudicial para los ciudadanos que tratan de proteger su patrimonio. Los compradores de metales preciosos no son grandes inversores. La mayor parte de ellos adquieren oro y plata como fórmula de ahorra dinero y proteger su patrimonio frente a los efectos de la inflación, especialmente los pensionistas y jubilados con ingresos fijos, asalariados y ahorradores”.
Hasta la fecha y contando a Ohio, son 41 los estados de la Unión que ya han eliminado en parte o totalmente los impuestos que gravan las ventas de oro y plata. Los nueve que quedan son Vermont, Nueva Jersey, Maine, Tennessee, Kentucky, Wisconsin, Nuevo México, Mississippi y Hawaii, además del Distrito de Columbia (ciudad de Washington).
De ellos, Hawaii, Maine, Mississippi, Nueva Jersey y Tennessee están considerando modificar la legislación relativa a la fiscalidad de los metales preciosos.