La situación económica de Venezuela se deteriora cada vez más y el Gobierno de Nicolás Maduro no está dudando a la hora de echar mano de sus reservas de oro para hacer frente a su deuda.
Hace unos meses se supo que el Gobierno venezolano había utilizado sus reservas de oro como garantía de un swap contratado con Deutsche Bank, para poder pagar parte de su inmensa deuda externa.
Posteriormente, el Gobierno de Nicolás Maduro ideó una fórmula magistral con la que capear la hiperinflación que ha conducido al bolívar a una devaluación tan tremenda que los comerciantes tardan menos en pesar los billetes con los que les pagan los clientes que en contarlos.
La solución propuesta fue crear una criptomoneda, el Petro, que estaría respaldada por las reservas de petróleo, gemas y metales preciosos. Una iniciativa que parece inviable, después de que haya trascendido que supondría una vulneración de la ley venezolana que impide utilizar el petróleo como garantía.
La última vuelta de tuerca que ha dado el Gobierno de Venzuela ha sido intentar pagar con minerales y metales preciosos la importante deuda contraída con las compañías farmacéuticas que les proporcionan medicamentos.
Se calcula que Venezuela tiene una deuda de alrededor de 5.000 millones de dólares contraída con diversos laboratorios farmacéuticos. Según publica The Wall Street Journal, la falta de divisas suficientes para hacer frente a los pagos previstos llevó al Gobierno del país a proponer una solución imaginativa a las compañías farmacéuticas: pagarla en especie, con oro, coltán y diamantes.
A falta de dólares, Venezuela ofreció a proveedores de medicamentos pagar su deuda con minerales y metales como diamantes, oro y coltán (un mineral utilizado en la fabricación de smartphones).
Fuentes de los laboratorios farmacéuticos que participaron en la negociación con representantes del Ministerio de Salud venezolano aseguraron al diario estadounidense que las empresas carecían de políticas y procedimientos que les permitieran aceptar metales preciosos o gemas como pago de sus productos.
De momento, se desconoce si alguna de las empresas ha aceptado negociar con el Gobierno para aceptar el pago en especie.
Se calcula que la deuda exterior de Venezuela se eleva a 150.000 millones de dólares, según las estimaciones del presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, José Guerra.
Ni siquiera el petróleo, la principal fuente de ingresos de Venezuela, puede mejorar la situación, ya que el precio del barril se ha desplomado y la situación económica de la empresa estatal que lo gestiona, Petróleos de Venezuela, es crítica.
Y en cuanto al oro, según los últimos datos de reservas publicados por el Consejo Mundial del Oro, el Banco Central de Venezuela disponía a 31 de diciembre de 2017 de 187,6 toneladas de oro que, a 1.314,50 dólares la onza, están valorados en unos 7.930 millones de dólares. Cantidad insuficiente, aunque se liquidaran completamente, apenas supondrían poco más del 5% de su deuda externa.