Además de un metal precioso, la plata cuenta con múltiples aplicaciones en el sector industrial. En particular, su papel como materia prima utilizada en numerosos procesos relacionados con la obtención de energías renovables augura un importante aumento de su demanda durante los próximos años, lo que, en función de su nivel de suministro, va a cavar repercutiendo en su precio.
Según informa el número de abril de Silver News, publicación de The Silver Institute, las investigaciones relacionadas con las formas de mitigar el cambio climático global se están centrando en las formas de capturar y utilizar el dióxido de carbono, un subproducto de los combustibles fósiles que constituye el principal ingrediente de los gases de efecto invernadero.
El objetivo de estas investigaciones es encontrar una forma de convertir el dióxido de carbono presente en la atmósfera y en una materia prima para la producción de otros compuestos químicos que sean útiles para la industria, como el monóxido de carbono, el ácido fórmico, el etileno, el etanol y otros.
Para lograrlo, el reto es identificar los catalizadores que permitan la obtención de una mayor cantidad de materia prima, en comparación con la cantidad de electricidad utilizada durante el proceso de producción. Los principales catalizadores son la plata, el oro y el cobre, pero es necesario encontrar el adecuado en función de la materia prima que se quiera producir, lo cual resulta complicado.
En el curso de las investigaciones, los ingenieros han descubierto que, en vez de utilizar un solo catalizador o dos, si se utilizan los tres metales juntos, ajustando su cantidad y estructura, es posible obtener mejores resultados.
Como señala Zhicheng Zhang, químico de la Universidad de Tianjin, donde se han realizado los experimentos, “nos hemos planteado que si usando dos metales obteníamos buenos resultados, tal vez si combinamos los tres, los resultados serían aún mejores”.
Los experimentos realizados por esta universidad china se han centrado en el cultivo de estructuras de plata, oro y cobre en distintas proporciones y formas, y en la realización de pruebas para comprobar hasta qué punto se pueden controlar los resultados.
Por ejemplo, la producción de etanol alcanzó su máximo nivel cuando se utilizó una posición y una proporción específicas de los metales que incluían un átomo de oro y otro de plata, combinados con cinco átomos de cobre.
Ahora, los científicos siguen experimentando para encontrar qué combinación y forma de los tres metales produce la cantidad y el tipo de materia prima deseados.