Los precios del oro subían el miércoles 24 de julio por expectativas de que los principales bancos centrales anunciaran medidas de alivio monetario para reflotar a la economía mundial, aunque el avance era limitado por un dólar más fuerte. Al día siguiente, Mario Draghi, aún presidente del Banco Central Europeo, anunciaba el mantenimiento de los tipos de interés oficiales al 0%.
El miércoles por la mañana el oro al contado sumaba un 0,62%, a 1.425,8 dólares la onza, tras llegar la semana pasada a un techo de 1.452,60 dólares. Mientras tanto, los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en agosto subían un 0,4% a 1.427,00 dólares por onza.
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo una importante reunión el jueves 25 de julio durante la que se señaló una política monetaria más expansiva.
Mario Draghi informó sobre el mantenimiento de los tipos de interés en su nivel actual, aunque abre la puerta a una rebaja antes de junio de 2020. Además, el BCE aceptó el nombramiento de Christine Lagarde como su sucesora.
Si bien el regulador europeo ha fallado en las medidas para alcanzar una inflación cercana al 2%, que ha sido uno de los objetivos que ha perseguido en este tiempo.
Ello junto a la ralentización de la economía de la zona euro, el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las incertidumbres políticas y proteccionistas de dentro y fuera de la UE, han influido y mucho en la subida del oro. Sobre todo, tras los datos aportados por el BCE de la futura bajada del precio del dinero en 2020.
La semana próxima será el turno de la Reserva Federal y se espera que rebaje de nuevo sus tasas de interés. Los futuros muestran un 100% de expectativas de un recorte de 25 puntos básicos y un 18% de que la bajada sea de 50 puntos.
En otros metales preciosos, la plata sumaba un 0,8%, a 16,53 dólares por onza; el platino subía un 0,8%, a 860,50 dólares; y el paladio avanzaba un 0,3%, a 1.531,01 dólares.