El precio del oro ha subido alrededor de 30 dólares en una jornada y la plata ha ganado un 3%, como consecuencia de la inestabilidad geopolítica internacional, que está impulsando a los inversores a posicionarse en activos refugio como los metales preciosos. Ambos metales han registrado su cotización más alta de los últimos dos meses.
El oro y la plata han iniciado una subida inesperada que los ha llevado a alcanzar su precio máximo de los últimos dos meses. Los inversores se están volviendo a interesar por los metales preciosos, debido a la alta tasa de inflación, al aumento de la inestabilidad geopolítica (con las tensiones entre Rusia y Ucrania como protagonistas) y a la creciente volatilidad en el mercado antes de la reunión que mantendrá la semana que viene el Consejo de la Reserva Federal.
Así, el precio spot del oro se encuentra ahora mismo en los 1.841,40 dólares la onza. El fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) quedó establecido tras el cierre de la sesión del 19 de enero en 1.826,95 dólares la onza. Por su parte, los contratos de futuros de oro con entrega en febrero subieron más de 30 dólares la onza en la sesión del miércoles, 19 de enero, cotizando a 1.842,90 dólares.
En cuanto a la plata, el precio spot está ahora mismo en 24,15 dólares la onza y el fixing cerró la última sesión a 23,775 dólares. Los contratos de futuros de plata con entrega en marzo subieron un 3%, hasta los 24,12 dólares la onza.
Uno de los factores desencadenantes de esta subida sigue siendo la inflación, que está afectando a la economía global. En el Reino Unido, la tasa de diciembre fue del 5,4%, la más alta desde marzo de 1992. En Canadá, el último dato (4,8% en diciembre) ha hecho subir la inflación a su nivel más elevado de los últimos 30 años.
La subida de la inflación está provocando una huida de los inversores desde los activos de mayor riesgo hacia refugios como el oro y la plata. El mercado ya ha descontado la posibilidad de que se lleven a cabo más subidas de tipos durante este año y se está planteando la posibilidad de que los bancos centrales cometan un error al endurecer su política monetaria en estos momentos.
Como señala Craig Erlam, analista de OANDA, a Kitco News, “dada la posibilidad de que se produzcan más subidas de tipos de interés este año de las previstas por los mercados (…) es probable que los traders estén tomando decisiones conservadoras, motivadas por la inflación y que consideren que los bancos centrales no están haciendo lo suficiente para acabar con las presiones sobre los precios”.
Tensiones geopolíticas
Otro de los factores que están influyendo cada vez más sobre los precios de los metales preciosos son las tensiones geopolíticas, que están volviendo cada vez más cautos a los inversores.
Precisamente, este último movimiento al alza de los precios del oro y la plata ha coincidido con el anuncio por parte de la administración Biden de un aumento de 200 millones de dólares en la ayuda militar defensiva a Ucrania, ante la amenaza de una invasión por parte de Rusia.
Para Christopher Vecchio, analista senior de DailyFX, “los titulares de las noticias y la publicación de los datos coinciden con la subida del precio del oro. Está claro que existe una enorme preocupación por lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania (…). Es la situación perfecta para que el precio del oro se dispare a corto plazo”.
El oro tiende a salir beneficiado de las situaciones de mayor volatilidad, ya que implican una mayor incertidumbre y un aumento de la demanda de activos refugio.
Además, el mes de enero suele ser históricamente muy positivo para el oro. De hecho, en los últimos cinco a diez años, enero ha sido el mejor mes en cuanto a cotización del metal.
A ello se le añade otro factor positivo, como el aumento de la demanda física en Asia tras la pandemia: “la demanda de oro por parte de China es suficiente para mantener el precio del metal a pesar de la política monetaria agresiva de la Fed. Conforme nos acercamos al Año Nuevo Chino, la demanda física de oro se va a ir incrementando”, señalan desde TD Securities.
Respecto a la plata, los analistas son aún más optimistas que respecto al oro, ya que, desde el punto de vista económico, la plata es un elemento fundamental en el proceso de transformación hacia las energías renovables.
Los analistas establecen un fuerte nivel de resistencia en torno a los 24,90 dólares la onza, debido a que los inversores tratarán de recoger sus beneficios a corto plazo en cuanto la plata alcance ese nivel.