Solo en el Reino Unido, la aviación representa alrededor del 7% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y, antes de la pandemia del Covid-19, la industria de las aerolíneas del país ya enfrentaba una presión creciente para reducir su huella de carbono. De hecho, se había comprometido a reducir las emisiones netas de carbono a cero para 2050, informa el Consejo Mundial de Inversiones en Platino.
Los avances en la tecnología de la aviación apuntan a la viabilidad de las celdas de combustible de hidrógeno, que utilizan catalizadores de platino, como un medio para proporcionar una alternativa de cero emisiones al motor a reacción. Las celdas de combustible de hidrógeno ofrecen un tren motriz alternativo eficaz para las aeronaves debido a la densidad de energía y los rápidos tiempos de reabastecimiento de combustible que ofrecen, además de una vida útil de ciclo mucho mayor antes de que sea necesario reemplazarlo. Algunos expertos ya creen que las celdas de combustible de hidrógeno se convertirán en una tecnología dominante en la era de la “aviación descarbonizada”, según informa el World Platinum Investment Council.
Solo el mes pasado, ZeroAvia, un desarrollador de soluciones de tren motriz de hidrógeno para aviones, alcanzó un hito en su proyecto HyFlyer cuando realizó el primer vuelo eléctrico de un avión a escala comercial en el Reino Unido. El Proyecto HyFlyer tiene como objetivo descarbonizar aviones pequeños de mediano alcance reemplazando motores convencionales en aviones de hélice con motores eléctricos, celdas de combustible de hidrógeno y almacenamiento de gas.
El Proyecto HyFlyer culminará en un vuelo de 250-300 millas náuticas con base en el Reino Unido desde las Islas Orcadas en Escocia a finales de este año, un paso clave en el viaje de ZeroAvia hacia el mismo rendimiento que un motor de avión convencional, pero con cero emisiones de carbono y alrededor la mitad de los costos operativos ZeroAvia apunta a estar listo para abastecer a operadores comerciales y fabricantes de aeronaves para 2023, apuntando inicialmente al mercado para vuelos regionales de hasta 500 millas en aviones de ala fija de 10 a 20 asientos.
El proyecto HyFlyer está parcialmente financiado por una subvención de 2,7 millones de libras del gobierno del Reino Unido.
El gobierno francés ha ido un paso más allá con un plan de rescate posterior al Covid-19 de 13 mil millones de euros para su industria aeroespacial. Sin embargo, en una señal de que la descarbonización ha avanzado más en la agenda, los ministros tienen la intención de hacer que la financiación esté supeditada a que la industria aumente la inversión en tecnologías alternativas, por ejemplo, celdas de combustible eléctricas y de hidrógeno.
En otros lugares, la Comisión Europea también respalda iniciativas destinadas a reducir las emisiones de los aviones. A principios de este año, otorgó una subvención de 9 millones de euros a un consorcio que participó en un proyecto de cuatro años que investiga sistemas híbridos de propulsión eléctrica para aviones comerciales, incluidas las celdas de combustible que contienen platino.