Al igual que sucedió con Hungría hace unos meses, Polonia también va a incrementar sus reservas de oro y pretende repatriar a su territorio al menos la mitad de éstas, desde su actual localización en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra. Algunos analistas ven en estas decisiones de Polonia y Hungría un deseo de reafirmar su identidad frente a las exigencias de la Unión Europea.
Hace unos meses dábamos la noticia de que el Banco Central de Hungría había multiplicado por diez sus reservas de oro, pasando de 3,1 a 31,5 toneladas, al tiempo que decidía repatriar la mayor parte de las mismas, que estaban custodiadas en el Banco de Inglaterra.
Ahora, Polonia se ha sumado a este ejemplo y, además de incrementar sus reservas de oro, también va a trasladar la mayor parte de éstas a su propio territorio.
Según explica Ronan Manly, experto en materia de bancos centrales y reservas de oro, desde Bullion Star, Polonia ha sorprendido al mercado del oro y la Unión Europea al anunciar, el pasado 5 de julio en un comunicado en la web del Banco Nacional de Polonia (BNP), que durante el primer semestre de 2019 había adquirido al menos 100 toneladas de oro, procedentes del Banco de Inglaterra, con lo que sus reservas totalizaban 228,6 toneladas, todas ellas custodiadas en las cámaras acorazadas de la entidad londinense.
Además, el Banco Nacional de Polonia planea trasladar la mitad o, al menos, 100 toneladas de oro a sus propias instalaciones en Varsovia
Según se explica en el comunicado, el Consejo de Administración del Banco Nacional de Polonia tomó la decisión estratégica de incrementar de forma significativa las reservas de oro del banco.
Entre 2018 y 2019, el banco central compró 125,7 toneladas de oro, incrementando sus reservas hasta un total de 228,6 toneladas. De esas 125,7 toneladas, 25,7 se compraron en 2018 y las otras 100, en 2019.
Para el Banco Nacional de Polonia, el oro es el principal activo de reserva, un depósito de confianza que permite contrarrestar el riesgo geopolítico, así como un colchón estratégico que incrementa la credibilidad y contribuye a la fortaleza financiera y a la seguridad de un país, incluso en las condiciones más desfavorables del mercado.
Polonia ha podido realizar estas compras gracias al crecimiento de sus reservas en divisas, que ha sido de unos 30.000 millones de euros en los últimos cinco años, que sitúan al país en el puesto 21 entre los países con mayores reservas en divisas, aunque apenas ocupa el puesto 34 entre los que más reservas de oro tienen.
A pesar de contar con un importante volumen de reservas en divisas, el porcentaje de oro en las mismas era muy bajo en el caso de Polonia: apenas un 4,7% en junio de 2019, frente a un 10,5% de media en los bancos centrales mundiales y un 20,5% en los países europeos.
En el caso de los países de la zona euro (a la que no pertenecen ni Hungría ni Polonia, que mantienen sus respectivas divisas) el porcentaje de oro en las reservas es aún mayor: un 53,6% de media, debido sobre todo al alto porcentaje de oro en las reservas de Alemania, Francia e Italia.
El comunicado del Banco Nacional de Polonia también detalla que la totalidad del oro que forma parte de sus reservas está en lingotes bancarizados Good Delivery, en una cuenta asignada e identificados individualmente, con número de serie y marca de la refinería.
Según el supervisor bancario polaco, el oro depositado en el Banco de Inglaterra fue objeto de una inspección por parte de personal del BNP el pasado mes de junio. Aunque no se trataba de una auditoría formal, todo apunta a que el objetivo de la misma era preparar el traslado de parte de ese oro, al menos 100 toneladas, a las instalaciones del BNP en Polonia, para reducir el riesgo de mantenerlo en las cámaras acorazadas del banco de Inglaterra.
En opinión de Manly, “aunque en la nota de prensa se ha utilizado un lenguaje diplomático, el BNP ha dejado claro que mantener su oro en Londres tiene sus riesgos, algo que ha quedado de manifiesto tras las decisiones de repatriar su oro por parte de bancos centrales como los de Hungría y Austria, o la confiscación de parte del oro de Venezuela custodiado en Londres a finales de 2018”.
La versión oficial del BNP es que los bancos centrales necesitan diversificar los lugares de custodia de sus reservas de oro, para limitar el riesgo geopolítico, que podría provocar problemas o limitación total de acceso a los recursos depositados en el extranjero.
Según el comunicado del banco polaco, la decisión ya ha sido comunicada al Banco de Inglaterra y se llevará a cabo de acuerdo al calendario establecido para que se pueda realizar con las debidas condiciones de seguridad.
Como señala Manly, “dado que, habitualmente, los bancos centrales dicen una cosa y hacen otra, puede ser que la repatriación del oro a Polonia ya se haya llevado a cabo, así que es probable que muy pronto se publiquen las fotos de los lingotes de oro en las cámaras acorazadas del BNP”.
Además, el hecho de que tanto Hungría como Polonia, dos países críticos con la Unión Europea, hayan aumentado sus reservas de oro y hayan decidido repatriar una parte de las mismas, “resulta intrigante, como poco. Ningún otro país de la UE ha acometido semejantes compras de oro en las últimas décadas. ¿Pueden estas compras y repatriaciones formar parte de una escaramuza más entre polacos, húngaros y las élites de la UE?”, apunta Manly.
Ambos países mantienen sus propias divisas al margen del euro y sus bancos centrales no tienen que responder ante el Banco Central Europeo, lo que explica su libertad de maniobra para gestionar sus reservas, algo que no pueden hacer los miembros de la Eurozona.
“Y lo más importante: al no formar parte del euro, el Banco Nacional de Hungría y el Banco Nacional de Polonia nunca han firmado el acuerdo sobre el oro con el resto de bancos centrales y el BCE, por lo que son libres de adquirir oro cuando quieran”, concluye Manly.