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¿Por qué los ciudadanos acumulan oro?

En un interesante artículo publicado en City AM, su editor de finanzas personales e inversión, Will Railton, trata de explicar por qué los ciudadanos de algunos países se afanan en acumular oro como forma de ahorro. Por su interés, reproducimos una parte del mismo.

“Como activo, el oro es completamente especulativo. No proporciona ingresos o dividendos y cuenta con muy escasas aplicaciones en la industria o la medicina. Los inversores sólo lo compran con la confianza de que la fascinación humana por este brillante metal va a asegurar su valor durante las próximas décadas y siglos.

Al revés que otros instrumentos financieros, su precio no viene dado principalmente por la oferta y la demanda. “El oro se parece más a una moneda y su precio viene dado más por condicionantes monetarios como la inflación, los tipos de interés o las tasas de cambio”, asegura Nitesh Shah, analista de commodities en ETF Securities (…).

Aunque su precio caiga, la gente sigue comprando oro. Siempre ha sido una protección frente a la inflación, devaluación de la moneda y ha registrado sus mejores índices (según estudios de la Reserva Federal) durante los periodos de mayor volatilidad en los mercados.

Pero lo que sí está cambiando es la forma en que lo acumulamos. Según el Consejo Mundial del Oro, el incremento en la negociación de productos financieros derivados ha sido la principal razón del aumento de la demanda durante el tercer trimestre de este año, mientras que la demanda de oro físico, en forma de lingotes, monedas o joyas, ha caído de forma abrupta.

Existen diferentes formas de acumular oro físico según los países. Los ciudadanos chinos e indios (los mayores mercados del mundo, con diferencia) e incluso los alemanes acumulan mucho más oro que el resto. En el Reino Unido apenas se compra. ¿Por qué?

 

No confíes en el Estado

Una de las razones históricas para acumular oro físico es la sospecha sobre el dinero fiduciario y la habilidad del Gobierno o el banco central de turno para manipularlo. Desde que el Banco de Inglaterra abandonara el patrón oro en 1931, cuando la libra esterlina dejó de poderse cambiar por una cantidad fija de oro, Gran Bretaña ha disfrutado de un periodo relativamente largo de estabilidad política e inflación controlada, con el breve lapso de los años 70. Ello ha acabado pro disuadir a los ciudadanos británicos de la idea de acumular oro físico.

“En Occidente, hemos quedado hipnotizados por la idea de que se puede confiar en el Gobierno o el banco central”, señala Ned Naylor-Leyland, manager de Old Mutual Gold and Silver fund“En cambio, en Oriente, los ciudadanos no contemplan a sus gobiernos de la misma manera, así que tienden a acumular sus ahorros en metal y gastar el papel moneda”.

Durante el boom que se produjo en los mercados entre los años 80 y 2000, los bancos británicos dejaron de vender oro físico en ventanilla, apunta Adrian Ash, director de investigación en BullionVault. Londres sigue siendo la capital mundial de la negociación del oro, pero los puntos de venta de lingotes y moneda son escasos en sus calles. En cambio, en Alemania, Austria o Suiza, muchos bancos siguen vendiendo lingotes y bullions.

¿Hasta qué punto la memoria colectiva sobre la ocupación en tiempos de guerra o la hiperinflación ha modelado la actitud de algunas naciones europeas? Ross Norman, responsable de Sharps Pixley, ve una correlación entre el apetito por el oro de los alemanes y su propensión a ahorra hasta cuatro veces más que los británicos. “El Reino Unido puede haber sufrido una escalada inflacionista en los años 70, pero los alemanes han perdido su riqueza hasta tres veces en 100 años”, afirma Norman. “El Reino Unido ha disfrutado de un largo periodo de estabilidad económica y política, y la necesidad de tener un seguro financiero era menos perentoria”.

Según Ash, otros mercados desarrollados menos estables tienen diferentes patrones de demanda de oro. Como Turquía, que ha sido superada por Alemania como el cuarto mayor comprador de oro del mundo en los últimos años. “Tras los atentados terroristas, un golpe de estado y los terroristas de Isis a sus puertas, Turquía quiere liquidar su oro. Se acumula en los buenos tiempos para prepararse por si viene mal dadas”.

 

Los impuestos, la clave

Otro factor que influye en la actitud de las naciones respecto a la posesión de oro físico en vez de otros instrumentos financieros son los impuestos. Los lingotes de oro están sujetos en el Reino Unido al impuesto sobre las ganancias del capital, mientras que algunas monedas no lo están. Y muchos inversores prefieren tener acciones en compañías mineras, cuyo perfil de riesgo ofrece mayores beneficios que el oro físico, por no mencionar los costes de custodia del metal en cajas fuertes y el seguro.

India es un país diferente. En 2011, Macquerie estimó que más de las tres cuartas partes de los ahorros de los hogares eran en oro. Y la mayor parte, en joyas, no en lingotes ni monedas.

El acceso a otro tipo de instrumentos de ahorro ha sido tradicionalmente complicado, sobre todo en las zonas rurales, por lo que este metal se ha convertido en fundamental en cualquier cartera. India tiene que importar la mayor parte del oro que consume (alrededor de 25.000 millones de dólares al año), y años de demanda sostenida han provocado que el déficit en cuenta corriente del país se haya ampliado y la rupia se haya debilitado, lo que ha provocado un ciclo en el que “se sigue comprando oro porque la rupia sigue bajando”, apunta Ash.

El oro también se ha mostrado muy útil para evitar pagar impuestos. En octubre pasado, Shekhar Bhandari, vicepresidente ejecutivo de Kotak Mahindra Bank, señaló a Reuters que el ‘dinero negro’ (los fondos obtenidos ilegalmente o no declarados al fisco) está detrás de entre el 10 al 30% de la demanda de oro del país. El primer ministro Narendra Modi ha impuesto una tarifa del 10% sobre el oro importado, que se suele mover en el mercado negro. “El hecho de que los precios de venta al por mayor del oro en la India se hayan mantenido muy por debajo del precio marcado por el mercado de Londres sugiere que hay mucho metal en el mercado negro”, dice Ash.

El Gobierno chino también puede estar cambiando su actitud. Antes de 2004, los ciudadanos particulares no podían comprar oro. Pero cuando la Reserva Federal estadounidense implementó la expansión cuantitativa en 2009, China acusó a América de monetizar su deuda. “Se emitieron anuncios en la televisión estatal animando a los ciudadanos a comprar oro”, afirma Naylor-Leyland“Fue una respuesta fascinante”. Ahora, se cree que las autoridades de Pekín han restringido las importaciones de oro para combatir la fuga de capitales de China.

Parece que la desconfianza en el gobierno y en la moneda que controla es la principal razón para comprar oro, en cualquiera de sus formas”.

Desde oroinformacion.es no recomendamos inversiones a nuestros lectores; sólo compartimos con ellos informaciones que muestran los beneficios de acumular una parte de los ahorros personales en oro, como un valor refugio, ya sea por desconfianza respecto al gobierno y sus políticas monetarias, como afirma el articulista, o por simple prudencia.

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