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Por qué se considera al oro como uno de los bienes más preciados de la tierra (I)

El oro ha formado parte de la historia de la humanidad desde los albores de la civilización, compuesto por una parte de riqueza, otra de adorno y una tercera parte de tecnología. Todo ello hace que el oro se encuentre en la encrucijada de múltiples tendencias, como las financieras, religiosas o industriales.

En esta primera entrega intentaremos responder a la pregunta, ¿qué hace que el oro se convierta en uno de los bienes más preciados?, realizada por el analista y asesor de metales preciosos  Christopher Aaron , además de ex oficial antiterrorista de la CIA y del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, vertida en un artículo publicado en “Gold Eagle”.

¿Qué es lo que realmente impulsa hacia arriba los precios del oro? ¿Es miedo a la devaluación de la moneda o al colapso del mercado de valores? ¿Son los conflictos bélicos o las crisis económicas? ¿O es la fabricación masiva de joyas y productos electrónicos? Pues en parte de esas preguntas y en todas ellas juntas se encuentran las respuestas que determinan la gran bondad del metal rprecioso.

 Oferta y demanda de oro

Fundamentalmente la respuesta a qué es lo que afecta al precio del oro es la misma que para cualquier otro mercado: la oferta y la demanda, decía Aaron.

Sin embargo, el equilibrio entre la oferta y la demanda de oro, un mercado que se remonta a los albores del mantenimiento de registros en sí mismo, vive en gran medida impulsado por factores que están profundamente arraigados en la psique humana.

Dos emociones extremas, la codicia y el miedo, conforman el espectro a través del cual la mayoría de los participantes en el mercado del oro toman sus decisiones de compra y venta.

En ese artículo el analista estadounidense examinaba las muchas formas en que la avaricia y el miedo se manifiestan una y otra vez en los mercados financieros más antiguos que aún hoy ven una nueva vida.

El metal que nunca se acaba

Antes de examinar los números reales, el autor consideraba un importante factor de oferta preliminar para el oro: este es el único elemento del Planeta Tierra que después de haber sido extraído durante la historia del mundo todavía existe sobre el suelo.

El oro nunca se oxida, empaña, corroe o se quema. A excepción de pequeñas cantidades que se pueden haber perdido en naufragios en el fondo de los océanos o desechados en vertederos, todo el oro que alguna vez se ha extraído todavía existe de una forma u otra, pudiéndose afirmar que en esos dos casos citados el oro puede ser también recuperado. De esta manera, el rey de los metales es único: ni el petróleo, cobre, o plata, ni las monedas fiduciarias comparten esta propiedad indestructible. Todos esos productos se consumen o degradan permanentemente a lo largo del tiempo.

Por lo tanto, todo el oro extraído en la historia de la humanidad todavía existe. De hecho, se estima que se han extraído 187.000 toneladas métricas de oro en la historia de nuestra especie. Como una tonelada métrica equivale a poco más de 32.150 onzas troy, podemos calcular que aproximadamente 6 mil millones de onzas de oro han sido subidas a la superficie de la tierra a través de los esfuerzos colectivos de la humanidad.

Extracciones mineras

Una estadística interesante a tener en cuenta, apunta Christopher Aaron, es la que a medida que la población mundial asciende a 7,6 billones de personas, existen sobre el suelo aproximadamente 0,79 onzas de oro por cada ser humano vivo en la actualidad. La población mundial ha estado aumentando a una tasa promedio de 1,2% durante la última década, aunque ha disminuido recientemente. Mientras tanto, un promedio de 2.886 toneladas métricas o 92,8 millones de onzas de oro nuevo se han traído a la superficie de la tierra cada año. Esto representa un aumento de suministro promedio de aproximadamente 1,5% por año.

Por lo tanto, la tasa natural de crecimiento de la población humana es comparable a la tasa de extracción minera mundial para oro nuevo. Este límite de suministro natural, en relación con el crecimiento de la población humana, es una de las propiedades definitorias clave que ha servido para mantener el valor del oro relativamente estable a lo largo del tiempo.

Los números reales del suministro

Con este conocimiento del crecimiento total de la oferta de oro nuevo frente al crecimiento total de la población, que es más o menos igual, Aaron profundiza en los números reales del suministro de oro.

Para formar la base de esta sección, analiza lo que se considera el “estándar de oro” de las métricas de la industria: la encuesta anual de oro de Thompson Reuters GMFS (enlace original: http://financial-risk-solutions.thomsonreuters.info/GFMS). Para el análisis que sigue, consideró las estadísticas promedio de la última década y cualquier cambio de tendencia que se observó en los últimos años.

Hasta la fecha se ha extraído un promedio de 2.886 toneladas métricas de oro de la corteza terrestre cada año en la última década, una cantidad que ha estado creciendo constantemente y con 2016 como año que mostró el crecimiento más alto registrado en 3.222 toneladas. Este suministro procedente de las minas es la cantidad total nueva agregada a las 187.000 toneladas extraídas en la historia de nuestra civilización.

A pesar de que el suministro de oro procedente de la minería ha registrado nuevos récords en los últimos años, la valoración de la industria minera en sí misma está cerca de mínimos desde hace varias décadas.

Por otra parte, el suministro de desperdicios es un abastecimiento reciclado, que se deriva de la fusión del oro que se encuentra en joyas antiguas, productos electrónicos y aplicaciones dentales. Si bien esta chatarra, una vez fundida y refinada, está disponible cada año para su compra en el mercado, si bien no se trata de una nueva oferta, como se hace referencia en el stock total del suelo en el mundo. La nueva oferta proviene solo de la producción minera.

Demanda, el lado más complejo

Para el analista ex agente de la CIA, la demanda de oro es el lado más complejo de la ecuación. Bajo su criterio hay dos preguntas que deben examinarse, una al lado de la otra, cuando se discute sobre la demanda de oro: ¿quiénes son los principales compradores de oro? y ¿qué impulsa la psicología de cada categoría?

Estas dos preguntas están relacionadas, pero son distintas.

El sector de la joyería

Puede sorprender a algunos que están acostumbrados a considerar el oro como un activo financiero saber que el componente más grande de demanda en todo el mundo proviene de las joyas. De hecho, los números confirman que, en promedio, 2.229 toneladas métricas de oro se compraron anualmente en forma de joyas en los últimos 10 años. Esto representa más del 53% de la demanda mundial.

Hay un dato aún más significativo: de ese 53% del mercado de oro que va cada año a la joyería, más de la mitad es consumido solo por dos países: China e India. En resumen, el 28% de la demanda anual de oro del mundo proviene de compradores de joyas chinos e indios.

Sin embargo, sería erróneo creer que toda esta compra de joyas es simplemente para fines ornamentales. Especialmente en la India, donde la tradición de regalar y lucir oro de 24 quilates durante la temporada de bodas de otoño sigue siendo fuerte, lo que está claro es que las compras de joyas a menudo sirven como “inversiones” a largo plazo, aún a sabiendas que en el momento de buscar liquidez la joya normal sólo vale su peso en oro, quedándose fuera de precio lo que pagó el poseedor por la elaboración de la misma, el diseño, etc.

El punto clave es que las compras de joyas de estos países orientales continúan siendo el mayor segmento de demanda de oro hasta la fecha; esta demanda consiste sobre todo en motivos ceremoniales y donaciones a los templos en el caso de la India. Nunca podemos pasar por alto estos dos países y la historia detrás de sus respectivas tradiciones cuando se trata de evaluar las tendencias del precio del oro.

La industria también tira

En otro sentido, Aaron pasa a señalar otro segmento de la demanda de oro: el industrial, un componente pequeño pero crítico de la ecuación total. El oro es el tercer elemento más conductivo para la corriente eléctrica, detrás de la plata y el cobre. Sin embargo, debido a que nunca se corroe, el metal precioso se utiliza a menudo en los componentes eléctricos, cuando la longevidad es la principal preocupación.

Debido a su extrema maleabilidad y naturaleza no tóxica, el oro también se utiliza en la medicina, en concreto en pequeñas cantidades en odontología, en forma de rellenos de aleación.

El promedio anual de la demanda industrial en los últimos 10 años ha sido de 432 toneladas métricas, o el 10% de la demanda total, y ha disminuido ligeramente en los últimos años. El oro se está utilizando cada vez menos en la industria, ya que las nuevas tecnologías dan como resultado alternativas más baratas.

Se pueden observar tendencias importantes cuando medimos la valoración relativa del oro contra el resto de los productos industriales. Por ejemplo, esto puede decirnos si el oro está subiendo de precio debido a la actividad industrial en todo el mundo, o si se está otorgando una prima al oro por su papel monetario histórico.

Las reservas de los bancos centrales

La demanda de oro de los bancos centrales ha sido muy variable en la última década, pero con una tendencia que va en aumento. Durante 2016 los bancos centrales compraron 257 toneladas de oro y en 2010 se convirtieron en compradores netos de oro por primera vez en más de una década. En años anteriores los bancos centrales habían sido vendedores netos de oro.

Llegados a este punto, Christopher Aaron realiza en su artículo dos preguntas: ¿por qué los bancos centrales compran o venden oro? ¿Qué motiva el deseo de acumular oro como activo cuando, en la era moderna, por primera vez en la historia registrada, ni una sola moneda de los diferentes gobiernos del mundo está oficialmente respaldada por oro?

El dicho popular de que “las acciones hablan más que las palabras” no podría ser más apropiado.

De hecho, lo que vemos a través del acto de las compras de oro de los bancos centrales en la última década es que el metal monetario histórico todavía se considera importante para el respaldo de los regímenes monetarios nacionales, aunque dicha consideración se realice extraoficialmente.

Llegados a este punto, Aaron pasa a continuación a considerar en su artículo las propiedades que han hecho del oro una reserva ideal de riqueza durante milenios. Pero eso lo veremos en la próxima entrega.

(Continuará)

 

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