El pasado 14 de junio, la Reserva Federal estadounidense llevaba a cabo la segunda subida de tipos de interés del año, con 25 puntos básicos adicionales que dejan los tipos oficiales en 1,75-2%. Pese a que el tópico señala que cuando suben los tipos de interés, baja el precio del oro, éste ha reaccionado a la inversa, alcanzando su precio máximo del último mes. ¿Por qué se produce este efecto?
Según explican desde el blog The Motley Fool, la subida de los tipos de interés tiende a resultar negativa para el oro, ya que incrementa el llamado coste de oportunidad de poseer un activo que, en principio, no ofrece rendimientos, como es el oro. “La idea es que los inversores se van a apresurar a deshacerse de sus posiciones en oro e invertir en otras alternativas más rentables”, señalan.
Además, los tipos de interés más altos suponen un apoyo para el dólar estadounidense, moneda en la que se fija el precio del oro, lo que provoca que el metal les resulte más caro a los inversores extranjeros, que manejan otra divisa.
Sin embargo, como explican desde The Motley Fool, esto no es lo que ocurrió el año pasado, en el que, a pesar de que la Reserva Federal subió hasta tres veces los tipos de interés, el dólar perdió terreno frente a las divisas internacionales con las que se le compara (es decir, el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense)
En el caso de este año, el pasado 14 de junio la Fed subía los tipos un cuarto de punto, hasta el 1,75-2%. Era la segunda subida del año, de las tres que los mercados esperaban para 2018. Sin embargo, el organismo que preside Jerome Powell dio a entender que en realidad iban a ser cuatro subidas de tipos en este año, debido al fortalecimiento de la economía estadounidense, a la caída del desempleo y al repunte de la inflación.
Los recortes fiscales aprobados por la administración Trump, junto al incremento del gasto público en 300.000 millones de dólares van a provocar un crecimiento económico más rápido de lo esperado, motivo por el cual la Fed quiere asegurarse de que la inflación se mantiene en el objetivo del 2%, donde se ha situado durante los dos últimos meses.
Desde The Motley Fool subrayan que lo más normal es que estas buenas perspectivas económicas y el creciente ritmo de ajuste de la política monetaria hubieran afectado al precio del oro, pero no es lo que ha ocurrido: de hecho, el precio del oro está en máximos del último mes.
La explicación es que los Estados Unidos son importantes, pero el resto del mundo también desempeña un papel importante en el mercado del oro. “Parte de este fortalecimiento económico puede estar relacionado con la decisión del Banco Central Europeo de mantener los actuales tipos de interés hasta mediados de 2019, además del efecto refugio derivado de la preocupación ante una posible guerra comercial global”, apuntan desde el blog.
Esta incertidumbre sobre la posible guerra comercial ha compensado el efecto sobre el precio del oro de la subida de tipos de interés. Otro factor que podría jugar a favor del metal es la posibilidad de que la economía estadounidense sufra un recalentamiento que haría dispararse la inflación por encima de las expectativas.