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Postres y helado con oro, ¿son los más ricos o están pensados para los ricos?

Famosos, gente guapa en general, muchos neoyorquinos y algún que otro turista se dan cita cada día en Serendipity 3, un restaurante icónico de Nueva York, situado en el número 225 de la Calle 60 East, entre la segunda y la tercera avenida, fundado en 1954 y que ha saciado a lo largo de su historia paladares tan famosos como los de Marilyn Monroe, Andy Warhol o Jacqueline Kennedy Onassis.

Con estas referencias ya dan ganas de ir a visitarlo, ¿verdad? Pero cuidado, hay dos detalles que debes conocer: es muy difícil, por no decir imposible, lograr mesa sin reserva previa y a la hora de elegir postre revisa bien lo que haces puesto que ostentan desde 2007 el Record Guinness del postre más caro del mundo, con un precio de 25.000 dólares.

‘Frrozen Haute Chocolate’ es el nombre de tan singular postre, creado por Stephen Bruce, propietario del restaurante Serendipity 3, en colaboración con la joyería de lujo ‘Euphoria New York’. Esta delicia de chocolate tiene entre sus ingredientes 28 clases diferentes de cacao procedentes de 14 países distintos, de las más exóticas y exquisitas del mundo, sobre las que se vierten cinco gramos de oro comestible de 23 quilates. Su cobertura es crema batida recubierta con más oro y chocolate de Knipschildt Chocolatier (la tienda de chocolate más cara del mundo).

Esta exclusiva ‘joya de la gastronomía’ se sirve en una copa adornada también con oro comestible, cuya base es un brazalete de oro de 18 quilates con diamantes blancos, junto a una cuchara de oro adornada de diamantes. Si de verdad eres tan amante del chocolate y del oro como para querer degustar este postre, tendrás que encargarlo con antelación al restaurante, ya que ni aparece en carta. El que sí está reflejado es el helado ‘Golden Opulence Sundae’, creado para festejar el 50 aniversario del restaurante y que también se elabora por encargo, cuyo precio es más asequible: 1.000 dólares.

Helado preparado con vainilla de Tahití, bañado de vainilla ahumada de Madagascar y envuelto en una lámina de oro de 23 quilates, esta es la clave del ‘Golden Opulence Sundae’, cuyo sirope es de chocolate Amedei Porcelana derretido, uno de los chocolates más caros del mundo, con trozos de chocolate Chuao (realizado con granos de cacao del Mar Caribe cosechados en la costa de Venezuela). Frutas confitadas de París, almendras cubiertas de oro o cerezas de mazapán completan el adorno de este extravagante helado.

El helado es servido en una copa de cristal de Baccarat Harcourt con una cuchara de oro de 18 quilates, una pequeña cuchara de madre de perla y coronada con una flor de azúcar dorada del famoso pastelero Ron Ben-Israel.

 

 

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