La producción mundial de oro se ha duplicado en los últimos 30 años. Un ritmo que, según los expertos, no va a volver a repetirse en el futuro. Aunque la Tierra alberga reservas de sobra, el aumento del coste de extracción y la reducción de los presupuestos de exploración de las compañías mineras comprometen el futuro de la minería de oro.
El informe “Gold 2048”, recientemente publicado por el Consejo Mundial del Oro, analiza la actividad minera en el mercado del oro durante los últimos 30 años y lo que se espera para los próximos 30.
Según Mark Fellows, responsable de suministro minero de la consultora Metals Focus, históricamente la producción de oro ha estado dominada por Sudáfrica, Australia y Canadá quienes, hacia 1987, acaparaban algo más del 60% de todo el oro extraído en la Tierra. Una proporción que, a día de hoy, ha descendido hasta menos del 30%.
La minería de oro se ha caracterizado en los últimos años por una diversificación de los países productores y por un crecimiento de la producción sin precedentes. Producción que, en 2016, alcanzó un nuevo máximo histórico, por séptimo año consecutivo.
De hecho, la producción de oro de 2016 fue de cerca del doble de la que se registró a finales de los 80 del siglo XX, que fue cuando se fundó el Consejo Mundial del Oro.
Diversificación geográfica
Los cambios más importantes en cuanto a la diversificación geográfica han sido la incorporación de China y Rusia como nuevos productores, junto a los cuatro históricos. Además, el aumento de la inversión extranjera ha propiciado el incremento de la producción de oro en América Central y del Sur, en África y en el Sudeste Asiático.
Todo ello ha permitido que, desde mediados de los años 70 del siglo pasado, se haya duplicado la cantidad de oro extraída desde el principio de la Humanidad y que, a día de hoy, el Consejo Mundial del Oro cifra en unas 190.000 toneladas.
Proyectando esta cantidad hacia el futuro, de mantenerse el ritmo actual de producción, para el año 2048 se habrían añadido otras 97.000 toneladas de oro a esta cantidad. El problema, según el informe, es saber si existe tanta cantidad de oro en el subsuelo terrestre.
Reservas bajo tierra
Las reservas de oro sin extraer ascendían a finales de 2016 a un poco más de 55.000 toneladas, según el informe Gold Focus 2017 de la consultora Metals Focus. Eso quiere decir que, aun proyectando un porcentaje de producción del 90% (muy generoso en el caso de la minería de metales), al ritmo actual de producción las reservas durarían unos 15 años.
“Sin embargo -apunta el informe del Consejo Mundial- existen otras 110.000 toneladas de oro mezcladas con otros metales en yacimientos conocidos, suficiente para llegar a 2048”.
El problema es que este oro no se contabiliza como reservas, ya que su recuperación no resulta rentable económicamente al precio actual del metal, o no ha sido suficientemente estudiada su recuperación.
Costes de producción
El informe también muestra otro dato preocupante para el futuro de la producción mundial de oro: además del volumen de producción, los costes también se han disparado en los últimos 15 años, a un ritmo aproximado del 10% anual.
Esto significa que la inversión de capital necesaria para poner en marcha nuevos yacimientos va a ser mucho mayor.
Desde el Consejo Mundial del Oro calculan que se necesitará un precio del oro de alrededor de 1.500 dólares la onza para que se mantenga la producción en los niveles actuales.
Falta de descubrimientos significativos
Por otro lado, hay otras cuestiones que amenazan el suministro futuro de oro. Por un lado, después de alcanzar su máximo en los años 80, el ritmo al que se están descubriendo nuevos yacimientos de oro ha ido cayendo en los últimos 30 años, pese a que el presupuesto destinado a la exploración ha ido creciendo ininterrumpidamente desde principios de la década de 2000.
En segundo lugar, ha habido una preocupante falta de descubrimientos importantes, considerando como tales los que superan los cinco millones de onzas (155 toneladas) y pueden transformarse en minas operativas con una capacidad de producción de al menos 7,8 toneladas de oro anuales.
Este tipo de minas es, a día de hoy, responsable de alrededor del 50% de la producción anual de oro, por lo que la falta de nuevas minas de esta capacidad resulta muy preocupante.
Inversión en exploración
Otro de los problemas estructurales de la industria minera del oro, según el informe “Gold 2048”, es que la inversión en exploración sigue estando excesivamente concentrada en Australia, Canadá y los Estados Unidos, países que aglutinan cerca del 40% del presupuesto global en este concepto desde 2005.
En cambio, territorios tan potencialmente prometedores como África apenas han recibido el 15%. Y regiones tan vastas como China (4% del presupuesto global) o Rusia (3%) apenas reciben inversiones que les permitan desarrollar su potencial.
Otro tanto sucede con África, una zona que, a excepción de Sudáfrica, permanece infraexplorada y su producción, en un alto porcentaje, procede de explotaciones artesanales.
En conclusión, el informe señala que, a pesar de que la industria minera será capaz de mantener el actual ritmo de producción, éste solo va a durar unos años, antes de entrar en un declive progresivo a largo plazo.
El ritmo de este declive va a depender de factores como el precio del oro, los avances tecnológicos que permitan reducir costes, el incremento de la inversión en exploración en África y América, y la expectativa de hallar nuevos yacimientos de volumen considerable, como el que actualmente se está explorando en la región de Pilbara (Australia Occidental).