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¿Qué hay de cierto en el descubrimiento de 31 millones de toneladas de oro en Uganda?

Colgante de oro con el mapa y la bandera de Uganda

El pasado 7 de junio, el presidente de la República de Uganda, Yoweri Museveni, sorprendía a los medios de comunicación mundiales y al mercado global del oro anunciando el descubrimiento de un macroyacimiento de este metal precioso en territorio ugandés, que podría albergar la increíble cifra de 31 millones de toneladas de oro. ¿Qué hay de cierto en este anuncio? Oro información revela algunas claves.

Hasta hoy, este periódico no se había hecho eco de esta noticia, que ha sido publicada durante las últimas semanas por medio de comunicación generalistas de todo el mundo, sin cuestionar los orígenes ni los términos de la noticia.

Desde el principio, los medios especializados han recibido el anuncio del presidente ugandés con muchas reservas y ciertas dosis de escepticismo, no exentas de sorna.

Las cifras reveladas hacen dudar a cualquier analista con un conocimiento medio del mercado global del oro. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), probablemente una de las fuentes más fiables del mundo sobre recursos minerales, desde que la humanidad comenzó a extraer oro del subsuelo, la cantidad total de oro descubierta es de unas 244.000 toneladas, de las que se han extraído unas 187.000. Ello dejaría aún en el subsuelo terrestre unas reservas aproximadas de 57.000 toneladas, que sería la cantidad que aún queda por extraer.

De ser cierto que en Uganda se han encontrado unas reservas de oro de 31 millones de toneladas, ello supondría que el yacimiento localizado en el país africano sería más de 115 veces superior al total del oro descubierto en nuestro planeta desde el principio de los tiempos. Ciertamente, una magnitud muy poco creíble.

Desde algunos medios especializados se han apuntado diversas teorías: por un lado, hay quien sostiene que el desconocimiento de los responsables del Gobierno ugandés les ha llevado a confundir las medidas, y se trata de onzas en vez de toneladas. En ese caso, estaríamos hablando de 31 millones de onzas (964 Tm), una cantidad ya de por sí respetable, aunque en ningún modo histórica.

Otros expertos sostienen que, más bien, el Gobierno de Uganda está actuando con mala fe y contribuyendo a confundir a los ciudadanos de forma deliberada. De esta opinión es Don Bwesigye, analista de política minera y energética quien, en un artículo publicado en el periódico ugandés Monitor, desvela algunas claves del supuesto fraude.

Según este analista, desde que el Gobierno ugandés impusiera en 2011 una moratoria sobre la exportación de minerales sin procesar, han estado buscando fórmulas para añadir valor al sector minero del país, aunque sin comprender los factores que contribuyen al aumento de los recursos mineros, como la recopilación de datos sobre exploración de recursos, el suministro, la demanda, el precio spot, la tecnología, la geopolítica…

Por ejemplo, Bwesigye explica las dos formas de cuantificar las reservas de recursos minerales de un país: las reservas probadas (cuya cuantía se establece a partir de la toma de muestras por medio de perforaciones) y los recursos (un término más general, que incluye al mineral identificado que puede ser de menor pureza de lo esperado y con menor probabilidad de poderse extraer de forma económicamente rentable).

Según el analista, la mayoría del oro localizado en Uganda pertenece a esta segunda categoría: “no se puede promover el aumento del valor añadido si no se invierte en la generación de los datos necesarios por medio de la investigación, estudios de viabilidad, exploración, análisis por parte de personas competentes… Lo que se está promoviendo en realidad es el infradesarrollo del sector, el contrabando de mineral y el enriquecimiento de los bien organizados caciques regionales”.

Por tanto, el descubrimiento de esas supuestas 31 millones de toneladas de oro en Uganda debe ser puesto en duda hasta que existan análisis lo suficientemente profesionales y creíbles como para, al menos, conceder el beneficio de la duda.

Desde Oroinformación seguiremos atentamente la evolución de este asunto.

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