En la última lista con los datos sobre las reservas de oro de los bancos centrales, correspondiente al mes de julio de 2017 y publicada por el Consejo Mundial del Oro, no aparece Azerbaiyán entre los 100 países con mayores reservas. Una cuestión sorprendente, dado que, en el listado del mes anterior, el país figuraba en el puesto 63, con unas reservas de 18 toneladas de oro.
Dado que el listado de los 100 primeros países se cerraba con El Salvador, cuyo banco central acumula 1,4 toneladas de oro, la desaparición de Azerbaiyán significaba que, como mínimo, el país había vendido 16,6 toneladas de oro, o más. Una operación de venta demasiado importante como para pasar inadvertida en los mercados internacionales. ¿Qué ha ocurrido en realidad con las “desaparecidas” reservas de oro de Azerbaiyán?
Según las estadísticas del Consejo Mundial del Oro, elaboradas a partir de datos facilitados por el Fondo Monetario Internacional, entre 2013 y 2014, las reservas de oro de Azerbaiyán se incrementaron desde apenas tres toneladas a 30,2.
Desde entonces, la cifra ha ido reduciéndose progresivamente: en el tercer trimestre de 2016 bajaron a 29,1 toneladas; en el cuarto trimestre de 2016, a 22; en febrero de 2017, las reservas atribuidas se elevaban a 20 toneladas; en junio pasado, la cifra era de 18 toneladas. Y, como ya hemos mencionado, en las estadísticas correspondientes al mes de julio, Azerbaiyán no figuraba entre los 100 primeros países, por lo que sus reservas debían ser inferiores a 1,4 toneladas.
Para complicar aún más las cosas, en una información publicada el pasado 28 de julio por la Azeri-Press Agency (APA), se señalaba que se habían incorporado 362,6 kilos de oro a las reservas del Banco Central de Azerbaiyán, procedentes de la mina de Gadabay, previo proceso de refinado en Ginebra.
La agencia estatal cifraba las reservas de oro actualizadas a finales de julio en 1,89 toneladas, con un valor de mercado de 75,8 millones de dólares. En cambio, las estadísticas del Consejo Mundial del Oro del mes de junio le atribuían una cantidad diez veces superior: 18 toneladas. ¿Quién tenía la razón? ¿Habían “desaparecido” las 9/10 partes de las reservas de oro de Azerbaiyán?
La respuesta era más sencilla. Fuentes del departamento de Comunicación del Consejo Mundial del Oro han señalado a Oroinformación que las 30,2 toneladas de oro que el Fondo Monetario Internacional atribuía al Banco Central de Azerbaiyán y que supuestamente habían sido vendidas entre 2016 y julio de 2017, eran en realidad propiedad del State Oil Fund of Azerbaiyan (Sofaz), que las tenía depositadas en las cámaras acorazadas del regulador bancario en Bakú (en la imagen, un aspecto de la capital azerí) y que, por lo tanto, no podían ser consideradas como activos de reserva del país.
Este fondo estatal, el Sofaz, es una organización estatal destinada a gestionar y preservar los fondos procedentes de la venta del petróleo y el gas del país para las generaciones futuras. Fue establecido por decreto presidencial el 29 de diciembre de 1999 y se dedica, entre otras labores, a invertir los fondos procedentes de la venta de petróleo y gas en proyectos socioeconómicos de interés para el país y en otros activos, con el objetivo de reducir la dependencia futura de Azerbaiyán de los ingresos procedentes de estas fuentes.
El Banco Central de Azerbaiyán ha estado transfiriendo durante los últimos meses distintas cantidades de oro a las cámaras acorazadas del Sofaz, su legítimo propietario, en una operación que, a la vista de los datos publicados por el Fondo Monetario Internacional y el Consejo Mundial del Oro, parecía una venta progresiva de las reservas de oro del país.
Pero la realidad es que, como han confirmado a Oroinformación fuentes del propio Consejo Mundial del Oro, las 30,2 toneladas de oro que tenía el Banco Central de Azerbaiyán no han salido del país.