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¿Quién posee las reservas de oro, los bancos centrales o los Estados?

Cada vez que el Consejo Mundial del Oro publica su listado mensual de los países con mayores reservas de oro, los medios de comunicación que estamos especializados en esta materia frecuentemente utilizamos como sinónimos el nombre del país y el de su banco central. Pero según precisa Ronan Manly en un interesante artículo publicado en BullionStar, deberíamos ser más precisos en cuanto a la titularidad de esas reservas, porque una cosa son los estados y otra, sus respectivos bancos centrales.

Como afirma Manly, es una equivocación común pensar que los mayores bancos centrales del mundo y las autoridades monetarias poseen grandes cantidades de lingotes de oro. “No es el caso de la mayoría de ellos. Más bien, el oro es propiedad de los estados soberanos, que lo confían a sus respectivos bancos centrales para que actúen de meros custodios del mismo”, afirma el analista.

Por otro lado, un estado soberano es una entidad con personalidad jurídica que está representado por un gobierno. Por tanto, cada gobierno representa a los ciudadanos de ese estado, por lo que las reservas de oro que controlan los bancos centrales son en realidad depósitos de oro propiedad del estado para el beneficio de sus ciudadanos.

A pesar de que la titularidad de las reservas corresponde al estado soberano, su banco central o autoridad monetaria actúa en nombre del estado para custodiar y administrar las reservas de oro. Así, como indica Manly, el Bundesbank alemán señala que “el Deutsche Bundesbank custodia y administra las reservas nacionales de la República Federal de Alemania”.

Por su parte, el Banque de France habla de su misión en los siguientes términos: “custodiar y administrar las reservas en oro y divisas del estado e incluirlas en el lado de activos de su balance, en los términos y condiciones acordados con el estado”.

Las reservas de oro del Reino Unido están custodiadas por la Exchange Equalisation Account (EEA), un organismo dependiente del Departamento del Tesoro de Su Majestad, que es el equivalente en el Reino Unido al Ministerio de Economía y Finanzas. El Banco de Inglaterra (en la imagen, detalle de sus puertas), según su propia descripción de funciones, “actúa como agente del Tesoro de Su Majestad en la gestión diaria de la EEA”, según un acuerdo anual de servicio entre el Tesoro y el Banco.

En el caso de las reservas de oro de los Estados Unidos (las más importantes, según la última clasificación publicada por el Consejo Mundial del Oro, con 8.133,5 toneladas), están bajo la custodia del Departamento del Tesoro de EE UU. La US Mint (Casa de la Moneda), que administra las dependencias donde se almacena el oro, forma parte del Tesoro de EE UU (en la imagen, Banco de la Reserva Federal, Nueva York).

Por lo que respecta a China, sus reservas de oro son propiedad del Estado Chino y son administradas por el banco central chino, el Banco Popular de China. Una de sus funciones es “custodiar y administrar las reservas de divisas extranjeras y de oro”.

El Banco Central de la Federación Rusa, el Banco de Rusia, es el encargado de administrar las reservas de oro del país. Sin embargo, el Banco de Rusia es propiedad de la Federación Rusa“el capital autorizado y otras propiedades del Banco de Rusia son de propiedad federal. Para el cumplimiento de sus objetivos y de acuerdo con el procedimiento establecido por la Ley Federal, el Banco de Rusia hará ejercicio de sus potestades de uso y administración de sus propiedades, incluyendo las reservas de oro y divisas internacionales del Banco de Rusia”.

Sin embargo, en Rusia, como precisa Ronan Manly, el Fondo de Metales y Piedras Preciosas del Estado Ruso, también conocido como el Gokhran, puede custodiar también las reservas de oro de Rusia, aunque no informa públicamente de sus inversiones. El Gokhran está también bajo el control del Estado Ruso y reporta al ministro ruso de Finanzas.

En Holanda, las reservas de oro son propiedad del Estado, no de De Nederlandsche Bank (Banco Central de Holanda). Éste simplemente se encarga de su administración. Lo mismo sucede en Austria, donde el Gobierno central es el propietario del Oesterreichische Nationalbank, Banco Central de Austria, que simplemente se encarga de invertir y administrar las reservas de oro.

En Suiza, el Swiss National Bank (Banco Central Suizo) custodia las reservas de oro en virtud de la Política Nacional de Reservas de Oro, establecida por la Constitución Federal Suiza, que también garantiza la independencia del SNB y le obliga a acumular suficientes reservas en divisas, parte de las cuales deben ser en forma de oro.

Excepciones: Italia y el BCE

El artículo de BullionStar apunta algunas excepciones a esta política de propiedad estatal y custodia por parte de los bancos centrales, de las reservas de oro nacionales. Es el caso de Italia, donde la propiedad de las reservas de oro reside directamente en el banco central del país, la Banca d’Italia. Según la propia Banca, “la propiedad de las reservas oficiales está asignada por ley a la Banca d’Italia”.

Además, la propia Banca d’Italia constituye una excepción entre los bancos centrales del mundo, ya que no pertenece al Estado, sino que su capital está repartido entre un conjunto de bancos e instituciones financieras italianas, además del Estado.

Otra excepción es el Banco Central Europeo, BCE (en la imagen). Cuando se introdujo el euro, en 1999, y el recién creado BCE se hizo responsable de la política monetaria común, cada uno de los bancos centrales de los países de la zona euro tuvieron que transferir reservas en divisas al BCE. Cada una de estas transferencias tenían que estar constituidas, en un 15%, por oro, y en el 85% restante, por una combinación de dólares estadounidenses y yenes japoneses.

Estas transferencias iniciales supusieron un total de 750 toneladas de oro, que actualmente se han reducido a 504,8 toneladas. Dado que el BCE pertenece a los bancos centrales de los estados miembros de la zona euro, el oro del BCE no es propiedad de ningún estado en concreto. “Sin embargo -apunta Manly- puede argumentarse que, dado que la mayor parte de los bancos centrales son propiedad de los estados europeos, el oro del BCE es propiedad colectiva de los estados europeos”.

Enfrentamientos

Se han dado varios casos de enfrentamiento entre el estado y el banco central del país, a cuenta de las reservas de oro. Aunque los bancos centrales tengan independencia en la gestión de las reservas de oro, los ministros de Finanzas de los estados, los auditores y la legislación requieren la participación gubernamental en decisiones sobre las ventas de oro, el almacenamiento de las reservas y la auditoría de las mismas.

Esto ha provocado, en algunos casos, tensiones entre el banco central y el gobierno respectivo. El caso más sonado es el enfrentamiento entre el Bundesbank alemán y el Tribunal Federal de Auditores, un organismo dependiente del Gobierno que publicó en 2011 un crítico informe sobre la falta de supervisión por parte del Bundesbank de las reservas de oro alemanas almacenadas en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el Banco de Inglaterra y el Banco de Francia. Informe que provocó que el Bundesbank anunciara un programa de repatriación de las reservas de oro alemanas en el extranjero.

También en Austria se ha dado un enfrentamiento entre el banco central y un departamento gubernamental. En febrero de 2015, el Tribunal Austriaco de Auditores emitió un informe sobre las reservas de oro del Banco Central austriaco, en el que criticaba el importante riesgo que suponía concentrar el 80% de las reservas de oro de Austria en las cámaras del Banco de Inglaterra, en Londres. El informe también criticaba el contrato de custodia del oro firmado con el Banco de Inglaterra y las auditorías internas del Banco Central de Austria sobre el oro. También en este caso este informe provocó que se pusiera en marcha un programa de repatriación de las reservas de oro a Austria y Suiza.

El secretismo de los bancos centrales

El artículo de Ronan Manly incide en un aspecto que desde BullionStar y otros medios especializados llevan tiempo criticando: el secretismo que rodea a la gestión de las reservas de oro de los bancos centrales. “Ya hemos visto que los bancos centrales no suelen cooperar ni ofrecer detalles importantes sobre las reservas de oro que acumulan y administran, como la lista de los pesos de los lingotes y otros detalles de las auditorías. Ha quedado demostrado que la mayoría de estos bancos centrales sólo administran este oro en nombre de sus respectivos estados soberanos. La excusa más habitual para esta actitud no cooperativa de los bancos centrales es, en primer lugar, la confidencialidad; en segundo lugar, despejar la pregunta; y en tercer lugar, directamente ignorarla, apunta Manly.

Sin embargo, dado que los estados soberanos que poseen el oro están representados por gobiernos que dicen representar a los ciudadanos de estos estados, “este secretismo y arrogancia por parte de un puñado de arrogantes burócratas de los bancos centrales, que no han sido elegidos por los ciudadanos, está fuera de lugar, es inaceptable y merece ser destacado, denunciado y refutado. Y lo mismo con aquellos ministros de Finanzas que aceptan y respaldan este comportamiento de los bancos centrales, o simplemente ignoran cómo los funcionarios de estos departamentos actúan respecto al mercado del oro y a las preguntas legítimas de los ciudadanos sobre este mercado”, concluye Manly.

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