Si Facebook fuera un país, sería el más poblado del mundo. Y es que sus más de 1.500 millones de usuarios superan en número a los habitantes de China, India o Estados Unidos. Sea o no un territorio, si usted no lo ha pisado aún, tengo una noticia que darle: va un paso por detrás del resto.
El mejor sitio para esconderse es la segunda página de búsqueda de Google, ya que son los primeros resultados los que se llevan más del 90% de los clics. Adaptando el dicho al sector de las redes sociales, la fórmula es la siguiente: si su negocio no está en ellas, no existe. Por supuesto, estas palabras pueden aplicarse al mundo de los metales preciosos. Independientemente de que se trate de un comerciante, un comprador o un mero aficionado, si este no hace uso del universo del social media, no le está sacando todo el jugo a la naranja.
Para los que escriben más o para los que escriben menos; para los que suben fotos o para los que suben vídeos… Redes sociales hay muchas, pero no todas valen para lo mismo. Lo primero que debemos hacer es definir unos objetivos y en base a ellos, elegir la que más se adapte. Por razones de optimización de espacio (para mí) y de tiempo (para usted), en este artículo mencionaré las que más útiles le pueden ser al sector del oro.
Por razones obvias (lo comentaba antes), debemos aprovecharnos de las posibilidades que nos ofrece esta plataforma. No solo por el número de usuarios con el que cuenta, sino porque nos ofrece la opción, entre otras, de crear una página para un negocio o publicar nuestro contenido en grupos relacionados con una actividad específica. ¿Tiene una empresa relacionada con el oro? Cree una página, dele una buena imagen completando los datos a rellenar, así como las fotos de perfil y portada, y dótela de contenido atractivo para su público. De esta forma, sus clientes estarán informados regularmente de las novedades de su producto. Si está en el otro bando, es decir, si busca comprar alguna pieza o simplemente estar al tanto de las novedades del mercado, acuda a estas páginas o grupos, únase a ellos y échele un vistazo a sus publicaciones, pudiendo interaccionar de manera sencilla con el propio negocio o con otros usuarios como usted.
El lugar de las pequeñas píldoras. Así podríamos denominar a esta herramienta social, ya que son 140 los caracteres (como máximo) de los que dispone un tuit. No por ello menos efectiva que otras, pues es aquí donde la conversación es más fluida entre la marca y el seguidor y donde se puede publicar con más frecuencia sin aburrir al lector (tuitee con precaución, es su responsabilidad). Usarlo es muy fácil: créese un perfil, “amuéblelo” adecuadamente (fotos, biografía…) y empiece a publicar. Una recomendación: mencione a otras cuentas en sus tuits, el contenido les llegará directamente.
No, no solo sirve para buscar trabajo o para que el headhunter de turno le encuentre, también se pueden hacer negocios. ¿Cómo? A través del networking. Aproveche la herramienta de búsqueda de perfiles para dar con aquellos ligados a los metales preciosos o a actividades relacionadas con estos, por ejemplo, las finanzas. Contacte con ellos a través de mensajes privados e inicie una conversación que, quién sabe, puede acabar en negocio. Asimismo, sírvase de la opción de crear una página para, al igual que en Facebook, llegar a su público de interés.
beBee
Quizá no haya oído hablar mucho de ella, pero hágame caso y pruébela, luego no diga que no le avisé… Con ADN español, entra en escena esta nueva red social. Sin duda, es a la que más partido le podemos sacar (para lo que ahora nos concierne). Nos ofrece la posibilidad de combinar nuestros intereses personales con los profesionales o como ellos lo llaman, engagement through passions (vínculos a través de pasiones). Les pongo un ejemplo: yo, como usuario de esta red y aficionado a la plata, puedo escribir en ella un artículo hablando del que es mi hobby desde que era un niño; usted, como comerciante, puede acceder a él y contactar conmigo para informarme de sus productos. Como dijo Humphrey Bogart: “Puede ser el comienzo de una hermosa amistad”.
Pese a las maravillosas posibilidades que nos ofrecen las redes sociales, permítanme un consejo: que estas sean una primera toma de contacto, que la conversación no quedé ahí. Y es que el café en persona sabe mejor que por Internet.