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Requisadas en Madrid por la Policía Nacional ocho piezas de oro precolombinas

En una operación conjunta de las policías nacionales de Colombia y España han sido detenidas dos personas en el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas que portaban en sus maletas ocho piezas de arte precolombinas de oro y valoradas en más de un millón de euros.

Varias obras de arte, saqueadas en diversas regiones de Colombia, han sido incautadas en Madrid, en el Aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, por miembros de la Brigada de Patrimonio Histórico de la UDEF, cuando dos personas intentaban introducirlas en España dentro de unas maletas.

La jefa del grupo de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF), Martina González, declaró que «De ser auténticas, las piezas podrían alcanzar el millón de euros».

Los detenidos, de nacionalidad colombiana, trasladaban las piezas expoliadas previamente en sus países de origen, Colombia y Costa Rica, para su posterior introducción en mercados, galerías y marchantes de Europa.

Las obras de arte prehispánicas fueron saqueadas en las regiones colombianas de Nariño, Cauca, Tairona y Tumaco, y los portadores de las mismas tenían previsto enviarlas a Rusia y China, además de España, para su comercialización en el mercado negro, en el que se supone la «mayor intervención» de piezas de este tipo en la historia de Colombia.

Según la Agencia Colpisa, a través de Alfonso Torices, bien embaladas en cajas dentro de las maletas requisadas por la Policía Nacional, guardaban una máscara ceremonial precolombina de oro macizo y otras cuatro piezas del mismo metal y de enorme valor histórico. Llegaban a España, vía París, donde habían intentado vender el botín sin éxito. Horas después, condujeron a los investigadores hasta una caja de seguridad alquilada en Madrid. Dentro había otras tres reliquias de arte prehispánico. En total, seis piezas de oro y dos de piedra –estas últimas procedentes de Costa Rica– con un valor de mercado de un millón de euros. La máscara de oro venía avalada por un informe del laboratorio del Reino Unido Conservation and Technical Services Limited, que certifica su autenticidad como una máscara de oro de Tumaco, de las tierras de Pacífico Sur de América.

Parece ser que el operativo policial de ambos países ha desmantelado una red de expoliadores de arte vinculada al aparato de blanqueo de capitales de uno de los principales cárteles del narcotráfico colombiano. Según Torices, «eran los encargados últimos de convertir en dinero con apariencia legal las piezas compradas a los saqueadores de tumbas y yacimientos que posteriormente las vendían a marchantes, subastadores, mercados o galerías de arte».

La captura en Madrid del cabecilla de la red desencadenó varios registros en Colombia, en inmuebles de su propiedad, que permitieron recuperan 243 piezas prehispánicas más, que estaban ya embaladas para su venta ilegal. La policía de ambos países asegura que «se trata de la mayor intervención de obras de arte expoliadas en la historia de este estado suramericano, con un valor incalculable».

La máscara ceremonial y varias de las piezas recuperadas en Madrid proceden de las culturas amerindias Tumaco y La Tolina, que se desarrollaron con gran esplendor y riqueza en los siglos previos al nacimiento de Cristo en las costas del sur de Colombia y del norte de Ecuador. Fueron culturas politeístas con deidades como el jaguar, la serpiente, el águila o el caimán, con un sistema social muy jerarquizado y dominado por la clase sacerdotal, que celebraba con frecuencia ceremonias religiosas en las que se consumían plantas estimulantes y se usaban máscaras como la requisada, que pretendía ser vendida por 200.000 euros.

Otra de las joyas de oro recuperadas de enorme valor es una balsa ceremonial con tripulantes que se considera una pieza precolombina casi única. Solo hay otra semejante en el Museo del Oro de Bogotá. Los expertos tienen referencias de una tercera, pero que está en paradero desconocido. El resto, todos trabajos de una gran calidad, son un juego de pendientes, las figuras de un dios y un pájaro y un colgante de oro, la cabeza de un jaguar tallada en piedra y un gran colgante semejante al jade.

Las piezas quedarán expuestas temporalmente en Madrid, en el Museo de América, cuyos técnicos junto a especialistas llegados de Colombia deberán certificar la autenticidad de las joyas expoliadas antes de mandar las seis de oro de regreso a este país suramericano y las dos de piedra a Costa Rica.

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