La Royal Mint sorprende a sus clientes habituales, y a los del mercado inversor en general, con un producto tradicional adaptado a nuevos formatos: su famoso bullion “Britannia”, en oro y plata, que deja su configuración de moneda y se convierte en lingote.
Las casas de moneda del mundo o mints, especializadas en la acuñación de bullion o monedas de inversión, luchan denodadamente por alcanzar y, al menos, mantener sus cotas de mercado. De ahí que se esmeren en la presentación de sus productos o la adaptación de los mismos a otros formatos tanto o más sugestivos que los tradicionales.
Ese es el caso de la británica Royal Mint, que acaba de incorporar a su gran catálogo una simbiosis en oro y plata de su famoso bullion Britannia, pero esta vez adaptado en forma de lingote.
En el caso de la presentación en oro, cada lingote contiene 1 onza con fino de 9999 milésimas y lleva impreso un número de serie exclusivo como medida de seguridad incorporada como antifalsificación. Además, se presentan al público en un embalaje inviolable con una tarjeta que garantiza el peso y la pureza del metal dorado.
A medida que el siglo XXI rediseña a Gran Bretaña, “Britannia” regresa de nuevo y continúa canalizando el espíritu de una nación. Jody Clark, artista y diseñador de la actual imagen de la reina Isabel II, se inspiró en la evolución de Britania a lo largo de los siglos para crear este nuevo diseño que aparece en el anverso de los lingotes. La familiar imagen guerrera que lleva casco se balancea mientras mira hacia el nuevo horizonte. Mantiene un tridente en su mano izquierda, mientras su escudo ofrece protección. La icónica diosa está de pie contra un simple fondo de onda que simboliza sus fuertes raíces marítimas. En su escudo lee la leyenda «Britannia». El espacio de fondo está lleno de un patrón de onda que brinda seguridad contra su falsificación.
Los lingotes fueron diseñados por Jody Clark, uno de los grabadores de Royal Mint que diseñó el retrato de 2015 de la reina Isabel II que aparece en las monedas circulantes británicas y en todos los productos bullion de la Commonwealth. Sin embargo, el retrato de la reina Isabel no aparece en los lingotes de oro y plata Britannia.
El reverso presenta el logotipo de la Royal Mint en la parte superior. A continuación, se muestran el peso, la finura y el número de serie único de 8 dígitos. Los grabados se establecen contra el mismo fondo de onda u ola que el anverso, con un relieve ondulado más grande en la parte inferior.
“Britannia” tiene una larga historia con Gran Bretaña y sus monedas, es la encarnación de la nación que ha representado durante casi 2.000 años, desde que los romanos invadieron las islas y los reclamaron como la provincia de Britania. Su imagen apareció por primera vez en las monedas romanas del emperador Adriano, alrededor del año 119 dC y fue revivida en las acuñaciones de Carlos II, en 1672.
Por su parte, los lingotes en plata de 999 milésimas, contienen respectivamente 10 y 100 onzas de este metal.