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Rumanía prepara un proyecto de ley para repatriar sus reservas de oro

Sede del Banco Nacional de Rumanía, en Bucarest

El Partido Socialdemócrata de Rumanía ha preparado un proyecto de ley que contempla la repatriación de la mayor parte de las reservas de oro de su banco central que se encuentran depositadas en el extranjero.

El líder del Partido Socialdemócrata rumano, Liviu Dragnea, y el senador de la misma formación, que gobierno el país, Serban Nicolae, han elaborado un proyecto de ley en el que se ordena la repatriación de la mayor parte de las reservas de oro del país que se encuentran custodiadas en cámaras acorazadas de entidades extranjeras, según el diario SeeNews.

El pasado 27 de febrero, la web del Senado de Rumanía publicó dicho proyecto de ley, en el que se dice que “el Banco Nacional de Rumanía puede depositar el oro de sus reservas en el extranjero únicamente con el propósito de obtener ingresos por medio de su negociación u otras operaciones específicas. El oro depositado por el Banco Nacional de Rumanía en el extranjero no puede superar el 5% del total de las reservas de oro”.

Según el texto aclaratorio que acompaña al borrador, la actual situación económica de Rumanía no justifica que se mantenga una parte importante de sus reservas de oro en el extranjero, con los costes económicos que ello comporta, dado que estas reservas pueden custodiarse de forma adecuada en las cámaras acorazadas del Banco Nacional.

El senador Serban Nicolae negó ante una cadena de televisión local que el Gobierno rumano estuviera considerando la posibilidad de utilizar las reservas de oro para cubrir el déficit presupuestario, como ha comentado recientemente que estudiaba hacer el Gobierno italiano. El único objetivo de este proyecto de ley, según el senador, es recuperar el oro y custodiarlo en territorio rumano.

Según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, Rumanía poseía 103,7 toneladas de oro, valoradas en 4.370 millones de dólares a precios actuales, a finales del pasado mes de enero. Ese oro representaba el 10,1% del total de reservas en divisas del país.

De esas 103,7 toneladas de oro, alrededor de 61 se encuentran depositadas en el Banco de Inglaterra. Se trata de una práctica habitual entre los bancos centrales de todo el mundo, ya que Londres es uno de los centros mundiales donde se negocia el oro y, al tener allí depositadas parte de las reservas, es más barato realizar negocios con ellas.

De hecho, en las últimas semanas se ha hablado mucho de esta cuestión, debido a la decisión del Banco de Inglaterra de bloquear la devolución de parte de las reservas de oro de Venezuela que están depositadas allí y que habían sido reclamadas por el Gobierno de Nicolás Maduro.

Sin embargo, para llevar a delante la repatriación de sus reservas de oro, el Banco Nacional de Rumanía deberá contar con la autorización del Banco Central Europeo, según explicó el diputado opositor del Partido Nacional Liberal, Florin Citu.

Hace unas semanas, el propio BCE advirtió al ministro de Finanzas rumano, Eugen Teodorovici sobre el posible impacto negativo de la creación de un nuevo impuesto sobre los activos bancarios y dejó caer que el Gobierno rumano debería haber consultado con el BCE antes de aprobar el impuesto.

La repatriación de las reservas de oro ha sido un tema candente durante el pasado 2018; varios países europeos han emprendido medidas similares, ante el temor a que el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas internacionales les impidiera disponer de sus reservas de oro en el momento en que las necesitaran.

El Bundesbank alemán concluyó hace unos meses el proceso de repatriación de la mayor parte de sus reservas de oro, mientras que Austria, Hungría y Australia ya lo están haciendo o se lo han planteado.

Curiosamente, hace unos meses el propio Banco Nacional de Rumanía desmentía su intención de repatriar las 61 toneladas de oro que se encuentran en el Banco de Inglaterra y las 5 toneladas que tiene en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), en la ciudad suiza de Berna.

Ahora, la opinión es diferente. Quizá la importancia que últimamente están concediendo los bancos centrales al oro como activo estratégico o, incluso la situación de las reservas de oro venezolanas en el Banco de Inglaterra, les hayan hecho plantearse un cambio de política.

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