Rusia superó a Sudáfrica y se convirtió en el mayor productor mundial de paladio en 2018. El aumento de producción de sus minas, el coste moderado de las mismas y el hecho de que hayan podido seguir funcionando durante la pandemia han permitido a este país incrementar su posición de dominio sobre el mercado internacional del paladio, a costa de Sudáfrica.
Los datos que refleja Johnson Matthey en su informe PGM Market Report publicado en mayo pasado revelan que Rusia superó a Sudáfrica como mayor productor mundial de paladio en 2018 y ha consolidado esta posición durante 2019.
Según los datos de este informe, Sudáfrica produjo 79,22 toneladas de paladio en 2017, mientras que Rusia alcanzó solo 76,26.
En 2018, las posiciones se revertieron y Rusia alcanzó el primer lugar, con una producción de 92,56 toneladas, frente a las 79,09 de Sudáfrica.
El año pasado, Rusia consolidó su puesto como primer productor mundial de paladio, con una producción de 92,90 toneladas, por 81,67 de Sudáfrica.
Como explican desde World Energy Trade, la crisis derivada de la pandemia de Covid-19 le ha sentado bien a la industria rusa del paladio. Su principal compañía productora, Norilsk Nickel (Nornickel), ha aprovechado el parón de la industria minera sudafricana para incrementar su posición dominante en el mercado del paladio.
Mientras que las compañías mineras sudafricanas se vieron obligadas a interrumpir su actividad por el parón decretado en el país por el Gobierno de Cyril Ramaphosa, las compañías rusas continuaron con su actividad, lo que permitió incrementar la distancia que separa ya al primer productor mundial del segundo.
El hecho de que muchas de las minas de níquel y otros metales, de las que se obtiene el paladio como subproducto, se hallen en zonas remotas de Rusia, ha permitido que la interrupción de la actividad económica a escala mundial no llegase hasta ellas.
Además, el paladio que se extrae en Rusia se encuentra a mucha menor profundidad que en Sudáfrica, lo que permite que su extracción suponga menores costes para las compañías y, por tanto, sea mucho más rentable que el sudafricano, al contar con mayor margen de beneficios.
En Sudáfrica, el paladio se suele obtener como subproducto de las explotaciones de platino, muchas de las cuales son deficitarias desde el punto de vista económico.
En el caso de Nornickel, la compañía ha mantenido sus previsiones de gasto de capital, incluyendo una compensación de más de 150 millones de euros por el vertido contaminante de combustible que se produjo en sus instalaciones de Siberia a finales del pasado mes de mayo.
Así, mientras las minas de Sudáfrica comienzan a retomar su actividad, con severas restricciones por las medidas de seguridad para evitar el contagio, las explotaciones de Rusia siguen funcionando a pleno rendimiento, preparándose para el previsible repunte de la demanda de paladio.
De hecho, la propia Nornickel mantuvo el pasado 30 de abril su cifra estimada de producción para 2020 en una horquilla de entre 2,6 y 2,8 millones de onzas (81-87 Tm), que había previsto en el mes de enero, mientras que otras mineras como Anglo American Platinum, Impala Platinum y Sibanye Stillwater rebajaban sus expectativas anuales.
Según los cálculos de Nornickel, la producción mundial de paladio se va a reducir este año en unos 1,3 millones de onzas (40,4 Tm), hasta un total de 6,3 millones de onzas (196 Tm).
Ello va a permitir que se equilibre el mercado de este metal, que llevaba varios años consecutivos en situación de déficit de suministro. La menor producción se va a ver compensada con la reducción de la demanda de automóviles, que es el sector que más paladio consume, un 80% del total.
Así, la demanda global de paladio va a caer un 16% en 2020, lastrado por los sectores automovilístico y dental.
Respecto a la situación de la minería de paladio en Sudáfrica, el impacto de los cierres del Covid-19 va a seguir pesando sobre las compañías. Según Rene Hochreiter, analista de Noah Capital Markets, las restricciones y los costes van a obligar al cierre de diversas minas, lo que provocará que el país no recupere el nivel de producción de paladio hasta al menos dentro de seis o siete años.
El hecho de que el precio del metal suba no es tan determinante como en otros mercados, ya que el paladio se obtiene como subproducto de las minas de níquel y platino, por lo que los productores no reaccionan rápidamente a los cambios del precio.
A la hora de escribir este artículo, el precio del paladio era de 1.905 dólares la onza.