Las importantes reservas de oro con que cuenta Rusia constituyen su respaldo para eludir las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional tras la invasión de Ucrania. Los expertos advierten de que el país podría introducir su oro de manera ilegal en los mercados internacionales, eludiendo los controles.
Un reciente informe realizado por la organización no gubernamental Iniciativa Global contra el Crimen Organizado (GI-TOC, por sus siglas en inglés) alerta de que las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania podrían afectar al mercado de los metales preciosos, ya que podría introducirse oro ruso de forma ilegal.
Según esta ONG con sede en Ginebra (Suiza), Rusia podría aprovechar las “bien engrasadas ruedas del mercado ilegal del oro” para eludir las sanciones y colocar parte del metal precioso que mantiene fuera del alcance de los países occidentales (valorado en unos 140.000 millones de dólares).
“El oro físico puede moverse por el mundo fuera de las redes digitales financieras, SWIFT incluido, de manera que es muy difícil de rastrear. El oro también puede ser blanqueado en los mercados internacionales no declarando su procedencia o enmascarando su auténtico origen. Moscú podría utilizar divisas de sus reservas estratégicas, obtenidas mediante el comercio ilegal de su oro, para financiar las operaciones militares o para compensar a los oligarcas por las pérdidas derivadas de las sanciones”, advierte el informe.
Aunque el oro procedente de Rusia ha sido excluido de los mercados occidentales, el país todavía tiene acceso a países aliados y podría vender parte del metal precioso en el Mercado del Oro de Shanghai (SGE).
También podría obtener la ayuda de la India, otro gran consumidor mundial de oro, que podría comprar parte de sus reservas. Desde la organización recuerdan que tanto China como la India se abstuvieron en la votación de la Organización de las Naciones Unidas para condenar la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Otras naciones que podrían ayudar a Rusia a mover su oro serían los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela.
Además, desde Iniciativa Global contra el Crimen Organizado advierten de que Rusia podría acercarse a diversas organizaciones criminales para obtener liquidez a cambio de parte de sus reservas de oro.
“Rusia podría evitar estas restricciones si se involucra en el blanqueo de oro y capitales, disfrazando los orígenes del metal precioso y los beneficiarios de la venta del mismo. Por lo tanto, se va a incrementar la demanda de los servicios y relaciones de las redes criminales internacionales, lo que aumentará el crimen organizado transnacional”, señalan.
La organización no gubernamental recuerda que Rusia no es el primer país que vende su oro en mercados ilegales para obtener financiación con la que soportar su maltrecha economía. Según el informe, la propia Rusia colaboró con Venezuela para ayudarla a eludir las sanciones económicas internacionales en 2019.
“Sospechamos que Rusia, habiéndose comprometido a ayudar a Venezuela, utilizó sus aviones para trasladar toneladas de oro venezolano a varios mercados extranjeros como Uganda, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, eludiendo las sanciones. El oro se cambiaba por divisas internacionales, en especial dólares y euros, que volvían a Veenzuela”, señalan desde la ONG.
El plan de intercambio de oro por gas que han puesto en práctica Turquía e Irán es otro ejemplo de la forma en que los países utilizan el metal precioso para sortear las sanciones. Según este plan, Turquía compraba gas natural a Irán, pagando en liras turcas, que los iraníes utilizaban para comprar oro a los turcos, que luego revendían en los Emiratos Árabes Unidos.
“Durante el periodo de mayor actividad de este plan (marzo de 2021 a julio de 2013), Turquía exportó 15.000 millones de dólares en oro, incluyendo 5.300 millones a Irán y 7.900 millones a los Emiratos Árabes Unidos. Suiza fue la principal fuente de aprovisionamiento de oro por parte de Turquía, seguida de EAU”, denuncia el informe.