La lucha por el poder en el espacio no es exclusiva de la saga Star Wars: el espacio esconde una incalculable riqueza en forma de metales preciosos que, a la vista de la progresiva caída de la producción minera terrestre durante los próximos años, ha desatado la codicia de las naciones. Y la Rusia de Vladimir Putin quiere ser la primera.
Los datos son contundentes: un informe de Bank of America-Merrill Lynch revela que el valor del mercado espacial pasará de los 339.000 millones de dólares en el pasado año 2016 a más de 2,7 billones para 2045.
Solo el metal que se encuentra en el cinturón de asteroides que orbita entre Marte y Júpiter está valorado en más de 700 cuatrillones de dólares. Un asteroide que tenga un kilómetro de diámetro y una masa de más de 2.000 millones de toneladas, puede contener hasta 7.500 toneladas de platino, cuyo valor de mercado es de más de 150.000 millones de dólares.
No es extraño que a Rusia le moleste haber sido desplazada del tercer al segundo puesto en la lista de potencias espaciales: sus 135 satélites artificiales que en la actualidad se encuentran en la órbita terrestre están por detrás de los 192 que tiene China y los 593 de los Estados Unidos.
El Gobierno de Vladimir Putin quiere dar un impulso a la carrera espacial para convertirse en el primer país capaz de explotar los recursos mineros de los cuerpos celestes. Para ello, la Agencia Espacial Rusa ha visto cómo su presupuesto de investigación aumentaba un 25% para 2018 e incluso el propio presidente se ha interesado por el desarrollo de las nuevas naves.
En una rueda de prensa celebrada en la sede de la Agencia, Putin afirmó que “la Federación Rusa quiere convertirse en una auténtica Federación de Comercio para explotar los recursos minerales que están a nuestra disposición en el espacio exterior. Contamos con los recursos, la tecnología y la fuerza necesaria para ser los líderes universales en este sector”.
Fuentes de la Agencia apuntan que el presidente está tan implicado en el proyecto que quiere participar en primera persona, como miembro de una de las tripulaciones de las expediciones de investigación. “Es un hombre muy activo y con una gran preparación física, está sobradamente capacitado para ir al espacio”, revelan.
De momento, el presidente ha iniciado su entrenamiento en la base aérea de Vladivostok y espera tomar parte en la expedición que se dirigirá al planeta Ruusan en 2021. “Un ruso tiene que ser el primero en poner un pie en Ruusan, no tendría sentido que fuera un chino o un estadounidense”, ha señalado Putin.
Desde la oposición han criticado el aumento de presupuesto destinado a la carrera espacial. Fuentes de la oposición en la Duma rusa señalan que “no nos parece una buena idea que el presidente se arriesgue de esa manera, pero ya conocen a Vladimir… cuando se empeña en algo”.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos ha acusado a Putin a través de su cuenta de Twitter de “propagandista” y ha asegurado que “América será la primera en el espacio”.