Las reservas de oro del Banco Central de la Federación Rusa se elevaban a 1.928,2 toneladas a cierre del pasado mes de junio, casi 100 toneladas más que las que tenía a finales de diciembre de 2017.
Según las estadísticas que mensualmente publica el Consejo Mundial del Oro, con datos procedentes del Fondo Monetario Internacional, las reservas de oro de Rusia se elevan a 1.928,2 toneladas, 18,4 más que el mes pasado y 99,6 más que a finales de 2017.
Continúa así la tendencia de Rusia a elevar sus reservas de oro, que ya suponen un 17,7% sobre el total de sus reservas en divisas. El Gobierno ruso apuesta por aumentar estas reservas como fórmula para proteger su economía y reducir la dependencia del dólar estadounidense, como ya confirmaron en su día fuentes del Gobierno de Vladimir Putin y el propio Banco Central de la Federación Rusa.
En el entorno de la extinta Unión Soviética, también Kazajistán ha emprendido esta política de incrementar sus reservas de oro. El banco central de esta república ha añadido en el último mes 4,4 toneladas de oro a sus reservas, para un total de 318,7 toneladas.
Una cantidad similar a las 4,1 toneladas que había añadido el mes anterior, y que le sitúan en el puesto 16 entre los países con mayores reservas de oro, tres puestos por encima de España, que continúa manteniendo desde hace años la cantidad de 281,6 toneladas.
Como es habitual, también el Banco Central de Turquía ha aumentado sus reservas de oro este mes: en concreto, han sido 2,3 toneladas de oro, que hacen un total de 238,3. Una cifra mucho más modesta que las más de 500 toneladas que acumulaba hace unos meses; sin embargo, esta cantidad incluía también las reservas de capital de los bancos comerciales turcos, a los que la ley permitía depositar estas reservas en forma de oro en el Banco Central.
Por lo demás, varios países han incrementado en menor medida sus reservas de oro durante el último mes: la India ha añadido 0,6 toneladas a sus reservas, para un total de 560,9 toneladas; Kirguistán adquirió en junio 0,3 toneladas y elevó sus reservas a 8,5; Serbia las aumentó en 0,2 toneladas, hasta las 19,7; y Egipto adquirió 0,1 toneladas, para un total de 77,1.
Por el lado de las ventas, solo hay un país cuyo banco central haya liquidado una parte de sus reservas: Australia se desprendió de 4,1 toneladas, para un total de 68,7.
Hay que destacar también que el Banco de Pagos Internacionales (BIS) redujo sus reservas en una tonelada, hasta las 102. En este caso, y como señala la información que facilitan desde el Consejo Mundial del Oro, la actualización de sus reservas se produce una vez al año, con los datos que publican en su Informe Anual.