La compañía metalúrgica rusa SMS ha anunciado la entrega de la nueva planta de reciclaje de metales preciosos encargada por el grupo Ecopolis Corporation. La planta procesará chatarra eléctrica y electrónica para recuperar metales valiosos como oro, plata, platino, cobre y níquel.
El grupo metalúrgico ruso SMS anunció el pasado mes de julio la entrega de la primera planta de reciclaje de chatarra electrónica que ha construido por encargo de la empresa de reciclaje Ecopolis Corporation.
La planta está destinada a extraer los metales preciosos y otros metales de gran valor para la industria, como el cobre y el níquel, de los dispositivos eléctricos y electrónicos que forman la llamada ‘basura electrónica’ y que cada año se genera en el mundo en volúmenes de varios millones de toneladas.
La instalación, que ha tardado cuatro años en construirse, ha sido entregada al fabricante de automóviles de lujo Aurus, propiedad de Ecopolis, en la ciudad rusa de Mtsensk, al oeste del país, y permitirá extraer metales preciosos como oro, plata y platino de los dispositivos electrónicos descartados, para poder aprovecharlos de nuevo en la fabricación de automóviles (en la imagen, el primer lingote de oro reciclado producido en la planta).
La nueva planta de reciclaje está equipada con un convertidor giratorio con soplado superior, un horno anódico de refinado, una rueda de fundición, un electrolizador de refinado, una planta de metales preciosos y un sistema de desempolvado.
Se trata de la primera planta de reciclaje del mundo que utiliza una combinación de procesos piro e hidrometalúrgicos, y que será capaz de recuperar metales de gran pureza en proporciones muy altas.
Su capacidad de procesado es de 6.000 toneladas anuales de residuos eléctricos y electrónicos, y 10.000 toneladas de chatarra de cobre.
La nueva instalación supone un hito tanto para la tecnología del reciclaje como para la industria global de este sector, que cuenta con más de 45 millones de toneladas anuales de chatarra electrónica para procesar y separar los metales preciosos e industriales.
Esta llamada ‘minería urbana’ va a ser una fuente de suministro cada vez más importante, que permitirá compensar el declive de la producción minera de metales como el oro, la plata o el platino.
La construcción de plantas de reciclaje como la de Mtsensk también servirá para aliviar el problema medioambiental que supone la acumulación de casi 50 millones de toneladas anuales de basura electrónica, formada por dispositivos eléctricos y electrónicos con una obsolescencia cada vez mayor.