El enviado especial ruso a Afganistán ha advertido a los países occidentales que no bloqueen el acceso de los talibanes a las reservas de oro del país. Según Rusia, no hay necesidad de crear problemas adicionales manteniendo un bloqueo que, al final, va a perjudicar a la población afgana.
Una de las primeras medidas adoptadas por la comunidad internacional tras la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, dejando el país en manos de los talibanes, fue el bloqueo de las reservas internacionales del país, que incluían casi 22 toneladas de oro, como ya publicamos en Oroinformación.
Sin embargo, Rusia no está de acuerdo con esta medida de fuerza adoptada por el bloque occidental para presionar al Gobierno talibán. Según ha informado la agencia oficial TASS, el enviado presidencial ruso a Afganistán, el diplomático Zamir Kabulov, ha pedido a los países occidentales que no congelen las reservas de oro y divisas del país que se encuentran depositadas en el extranjero, después de que los talibanes hayan tomado el control del territorio.
En palabras de Kabulov, “si a nuestros colegas occidentales les importa de verdad la suerte del pueblo afgano, no hay necesidad de crearles problemas adicionales congelando las reservas de oro y divisas del estado afgano”.
Poco después de la toma de Kabul por parte de los talibanes, la administración Biden congeló alrededor de 9.500 millones de dólares de las reservas de Afganistán que estaban depositadas en bancos estadounidenses, incluyendo lingotes de oro por valor de 1.300 millones de dólares, custodiados en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
La congelación de los fondos no ha sido solo decisión del Gobierno estadounidense: también el Fondo Monetario Internacional ha decidido excluir a Afganistán de los beneficiarios de los préstamos que concede este organismo a los países en dificultades.
En la entrevista concedida a la agencia oficial rusa, el enviado presidencial a Afganistán señaló también que Moscú está entablando negociaciones con los talibanes, ya que el país considera que es necesario mantener relaciones diplomáticas con cualquier gobierno que ocupe el poder en Afganistán: “tenemos relaciones desde hace mucho tiempo con los talibanes y vamos a continuar reforzando estos vínculos”.
Se da la circunstancia de que Rusia aún no ha reconocido la autoridad del grupo militar islamista, que oficialmente está considerado como una organización terrorista por muchos países (Rusia entre ellos) y prohibido en sus territorios.
Sin embargo, el líder ruso ha repetido que están abiertos a trabajar con los talibanes, a quienes ha calificado como “gente razonable”.
Además, altos funcionarios rusos, incluyendo al propio presidente Vladimir Putin, han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que la inestabilidad en Afganistán se pueda contagiar a los países limítrofes de Asia Central, una región de importancia estratégica para Rusia.
De momento, tropas rusas se han desplazado a Tayikistán, en la frontera con Afganistán, para reforzar la vigilancia.